LA POLLA

LA POLLA

Asusta, mete miedo la torpeza, o torpedad si gustamos, que inherente presenta el inhumano ser humano demasiado humano.

El varón, macho, hombre varón, se percibe superior a la mujer pero... cuando de visual imagen se trata... allí se castra, se emascula. Ese aserto obedece a que cuando se muestra en el cine y televisión, publicidad, etc. el varón debe cubrirse el pene, testículos y las nalgas, peor, impensable pensar menos aún mostrar una erección en un pene, en una polla o en una verga erecta ¡impensable!, paradójico que el varón siempre se presenta como mujer: sin dídimo, sin polla, sin pene, sin verga, sin testículos ¡cuánta estulticia, cuánta estupidez, cuánta imbecilidad, cuánto idiotismo!

Dan asco esos hombres que se avergüenzan de la realidad pues que ocultar la maravilla de ese sistema mecánico tan complicado y tan mágico que es la erección de una verga, de un pene, es idiota.

Cierto es que este ocultamiento en mucho obedece a que una grande parte de los hombres sufren de líos para hinchar en erección su pene, la minoría en realidad somos los que podemos gozar de bellas erecciones, otros tantos sufren de líos de eyaculación con alta presteza, es deci que eyaculan en el acto, en el instante de penetrar al otro ser. Los hay los que tienen lios grandes para eyacular, recuerdo a un amigo que penetra cientos de hombres y de mujeres pero... para eyacular se sale de las mucosas de sus parejas y se tiene que masturbar a sí mismo pues que no eyacula de manera natural con los aplexos sexuados que face su pareja ya hombre ya mujer, ora hombre ora mujer.

Es una desgraciadez la que hizo el monoteísmo a la sexualidad pues, cuando nace el monoteísmo, el milenarismo y el mesianismo se intenta liquidar la sexualidad, no la mataron –como dice Nieztche- pero la dejaron idiota con idiotismo. La sexualidad hoy es como hace casi cuatro mil años algo mal percibido, la sexualidad debe ser vista como bella, como salud que es, como parte de la vida, como algo sorprendentemente bello, hermoso, sano, digno de alabanza, laudable, plausible, necesario, gratificante, placentero, extático y delectable.

De manera enferma el sexo da miedo, asco, pánico, terror, horror, pero da placer inconmensurable a todo dios.