sábado, febrero 27, 2010

Crimen de Estado los asesinatos de Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas, en Guerrero

Tlapa, Guerrero, Méjico a 22 de febrero de 2009. Sin vida, con visibles huellas de tortura y en avanzado estado de descomposición fueron hallados los cuerpos de Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas, presidente y secretario de la Organización para el Futuro del Pueblo Mixteco (OFPM) quienes habían sido desaparecidos de manera forzada por presuntos agentes de la Policía Investigadora Ministerial (PIM), desde el pasado viernes 13, en Ayutla de los Libres.

Hoy domingo por la mañana, las esposas de los extintos dirigentes, Guadalupe Castro Morales y Margarita Martín de las Nieves identificaron los cuerpos, que permanecían en las instalaciones del Servicio Medico Forense (Semefo) en Acapulco.

Raúl Lucas de 39 años y Manuel Ponce de 32 años de edad, fueron detenidos por tres hombres armados que se identificaron como policías, la tarde del viernes 13 de febrero cuando se encontraban en la escuela secundaria Plan de Ayutla —que está sobre el boulevar que comunica a Ayutla con Tecoanapa—, mientras Raúl esperaba a su esposa Guadalupe Castro que como regidora de Asuntos Indígenas del ayuntamiento de Ayutla participaba en un acto público de inauguración de obras.

En ese mismo evento participaba el director de Seguridad Pública de Ayutla —y ex militar—, Luis José Sánchez Hernández quien junto con los policías que lo escoltaban se retiró del lugar justamente minutos antes de que Raúl Lucas y Manuel Ponce fueran subidos a un vehículo sin placas y llevados con rumbo desconocido.

De acuerdo con información oficial que fue proporcionada a los familiares de Raúl Lucas y Manuel Ponce así como a sus asesores jurídicos y abogados del CDHM Tlachinollan, los cuerpos sin vida fueron encontrados la noche del pasado viernes 20 en Las Cazuelas, municipio de Tecoanapa ubicada a unos 30 minutos de Ayutla, dentro de la región de la Costa Chica de Guerrero.

Durante el reconocimiento de los cadáveres que se localizaron en bolsas de plástico y enterrados a unos 80 centímetros de profundidad, los familiares constataron que éstos presentaban visibles huellas de tortura y que en el caso particular de Raúl Lucas presentaba un orificio de bala en la cabeza, mientras que la muerte de Manuel Ponce se presume que pudo haber sido por traumatismo craneoencefálico.

Como Centro de Derechos Humanos estamos plenamente convencidos de que el de los dirigentes indígenas es un crimen de Estado, porque éste no ha otorgado las garantías que permitan a los defensores de derechos humanos desempeñar su labor, así como asegurar que no sean objeto de represalias, ataques, amenazas, desapariciones y asesinatos como consecuencia de su trabajo.
Lamentamos las declaraciones públicas del procurador General de Justicia del Estado, Eduardo Murueta Urrutia, cuando refiere que Raúl Lucas y Manuel Ponce fueron levantados —esto es un elemento que distrae la investigación y pretende justificar una ejecución extrajudicial— y para los familiares, integrantes de la OFPM y Tlachinollan es insustituible que la línea de investigación a seguir deben ser los ataques, amenazas y atropellos que sufrieron por su lucha y su trabajo como defensores de derechos humanos del pueblo indígena, es decir, queda claro su asesinato es consecuencia de su actividad como defensores de derechos humanos.

Unimos nuestra voz a la de las viudas, deudos, familiares y compañeros de Raúl Lucas y Manuel Ponce para exigir al gobierno del estado y federal que se realice una investigación exhaustiva y objetiva para que se esclarezca este asesinato y se castigue a los responsables.

Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan

La vida en poesía


Quiero creer que es la sofocante primavera xalapeña la que me puso melancólico, pero la verdad es otra. Contar más de cinco décadas y saberme más próximo del fin que del principio, modificó mi visión de la vida. Todo lo que me rodea adquirió nuevos significados. Un día desperté descubriéndome avaro con mi tiempo y troqué los momentos perdidos por encuentros pospuestos. En ese ánimo me puse a revisar mi baúl de recuerdos y aparecieron tres poesías que me asaetearon con sus versos mundanos y emotivos.

La primera se titula Instantes y fue atribuida a Borges hasta que un agrio y encolerizado erudito nos quiso aclarar que de la pluma del porteño no habían salido tales líneas. No importa. Aquí están:

Si pudiera vivir nuevamente mi vida / En la próxima trataría de cometer más errores. / No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más / sería más tonto de lo que he sido, de hecho / tomaría muy pocas cosas con seriad. / Sería menos higiénico. / Correría más riesgos, haría más viajes, / contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. / Iría a más lugares a donde nunca he ido, / comería más helados y menos habas,/ tendría más problemas reales y menos imaginarios. / Yo fui de esas personas que vivió sensata y prolíficamente / cada minuto de su vida. / Claro que tuve momentos de alegría, pero si pudiera volver atrás / trataría de tener solamente buenos momentos. / Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos, / no te pierdas en el ahora. / Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, / una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; / si pudiera volver a vivir viajaría más liviano. / Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo / a principios de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño. / Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres / y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante. / Pero ya ven, tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.

La segunda es de Pablo Neruda, quien en realidad se llamaba Neftalí y se apellidaba Reyes (cosa que por otra parte sólo a los eruditos agrios y coléricos importa).
Queda prohibido llorar sin aprender, levantarte un día sin saber qué hacer, / tener miedo a tus recuerdos. / Queda prohibido no sonreir a los problemas, no luchar por lo que quieres, / abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños. / Queda prohibido no demostrar tu amor, / hacer que alguien pague tus dudas y mal humor. / Queda prohibido dejar a tus amigos, / no intentar comprender lo que vivieron juntos, / llamarles sólo cuando los necesitas. / Queda prohibido no ser tú ante la gente, / fingir ante las personas que no te importan, / hacerte el gracioso con tal de que te recuerden, / olvidar a toda la gente que te quiere. / Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo, / no creer en Dios y hacer tu destino, / tener miedo a la vida y a sus compromisos, no vivir cada día como si fuera el último suspiro. / Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte, olvidar sus ojos, su risa, / todo porque vuestros caminos han dejado de abrazarse, / olvidar su pasado y pagarlo con su presente. / Queda prohibido no intentar comprender a las personas, pensar que sus vidas / valen menos que la tuya, no saber que cada uno tiene su camino y su dicha. / Queda prohibido no crear tu historia, dejar de dar las gracias a Dios por tu vida, / no tener un momento para la gente que te necesita, no comprender que / lo que la vida te da, también te lo quita. / Queda prohibido no buscar tu felicidad, no vivir tu vida con una actitud / positiva, no pensar en que podemos ser mejores, / no sentir que sin ti, este mundo no sería igual.

La tercera es del gran pobre de la tierra, José Julián Martí Pérez.
Triste es no tener amigos / pero más triste debe ser / no tener enemigos. / Porque quienes enemigos no tenga, / señal es que tampoco tiene: / ni talento que haga sombra, / ni carácter que impresione, / ni valor temido, / ni honra de que murmurar, / ni bienes que le codicien, / ni cosas que se le inventen.

Miguel Ángel Sánchez de Armas

sanchezdearmas@gmail.com

Los Hermanos




Estudié en el Instituto México, ringle de escuelas de los Hermanos Maristas, en realidad en el abyecto lenguaje pueril decíamos que era el Instiputo México de los hermanos maricos, esto es que allí todo dios era homosexual. No es así ni lo era ni lo será.

Hace unos días conversaba con dos amigos, rememoraba los buenos tiempos de Dios en que estudiaba con los maristas y no puedo soslayar las visiones no místicas sino de formas arquitectónicas, villas, ciudades, personajes, batallas, etcétera que, esos Hermanos nos dejaban ver con sus lenguas tan diestras y, con su ingente sapiencia. Esto todo no lo puedo negar. Cuando esos Hermanos narraban las vidas de los papas, la vida de Pipino el Breve, la batalla de Roncesvalles contra los Sarracenos, cuando esos Hermanos nos narraban la niñez de Sor Juana Inés de la Cruz, cuando nos mentaban a Fray Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro, veo aún a los curas ésos citando las obras de Miguel de Unamuno, Pío Baroja, me asombró cuando nos contaron algo sobre el travestismo en el nombre de Fernán Caballero pues que empleaba el pseudónimo ése siendo su nombre real Cecilia Böhl de Faber y Larrea, y tantos más que nos citaron los curas ésos maristas; aún recuerdo que a mi hermoso compañero noble García Rojas y a mí nos tocó exponer a Cesare Pavese, esos curas nos narraron sobre la perínclita Generación del 98 y demás taumaturgos de la literatura castellana. Allí supe de la obra de Edgar Allan Poe y, de los escritores americanos como a Mariano Azuela, José Joaquín Fernández de Lizardi, Juan Rulfo, Juan Ruiz de Alarcón. A Carlos Fuentes, Ignacio Solares, Xavier Villaurrutia, Elena Poniatowska, Juan José Arreola, Vicente Leñero, Eraclio Zepeda y a una retahíla enorme la conocí en la egregia Universidad Latinoamericana, mucho gracias a Vicente Ayora, un genio ese yucateco. La Universidad me categóricamente me marcó pues era de egregia factura. En Primaria aprendí los nombres y en la Universidad aprendí a leerlos pues, los y las maestras en esa universidad fueron unos genios, eran profesores de la más elevada calidad. Esa Universidad Latinoamericana estaba pletórica y hechida de comunistas, eso era egregio, delicioso, hermoso y esperanzador, esos maestros que como todo ser de izquierda, leían muchísimo y, conocían y sabían más, así aprendí no sólo historia sino historicismo, aprendí no sólo de soledad sino también de solitariedad. Allí leí "Los Periodistas" de Vicente Leñero, allí leí "Asalto Nocturno" de Eraclio Zepeda, allí conocí porque leí a el doctor Edmundo Edmundo O'Gorman, La Divina comedia de Dante Alighieri, El Paraíso Perdido de Milton, La cabaña del tío Tom de la estadounidense Harriet Beecher Stowe y a Francisco de la Maza. Fueron cientos los que en la Universidad leí, un hato impresionante de libros que en la Universidad leí, los maestros nos incitaban con ahínco a leer. Obviamente que allí conocí a Armand Mattelart, Hans Magnus Enzensberger, Paul Félix Lazarsfeld, Umberto Eco, David K. Berlo, Edgar Morín, una delectación leer a esos eruditos sapientísimos y doctos.

Ante el Hermano tuve que exponer con música a Neftalí de los Reyes Basoalto, Pablo Neruda de su pseudónimo, para ello emplee música andina de estilo de Illapu denominado Quilapayún.

Los Hermanos nos dejaban atónitos con las descripciones que nos hacían de El Vaticano, nos narraban quién había diseñado La Columnata, quién la cúpula de San Pedro, quién las puertas del Baptisterio de Florencia, quién La Piedad y El David, qué significa La Columnata, nos narraban quién fue Rafael, quién es Miguel Ángel, en fin, detalles de orfebres, pintores, tallistas, nos describían los hombres quienes llegaron a ser papas y sus vidas.

Francisco Javier Barrio Terrazas

http://www.ledevoir.com/2009/03/05/237341.html


L'ambassadeur mexicain et les «femmes de mauvaise vie»



Brigitte Morrissette
Édition du jeudi 05 mars 2009

Le nouvel ambassadeur du Mexique au Canada, Francisco Barrio Terrazas, vivra à Ottawa un exil doré, loin de Ciudad Juarez et du Chihuahua, la ville et l'État qu'il a gouvernés et qui figurent en tête de liste de la violence en Amérique du Nord. Mais il risque aussi de vivre quelques cauchemars avec la récente sortie à Mexico de Backyard -- El Traspatio, un docu-fiction qui ramène sous les projecteurs les mortes de Juarez.

À l'étranger, Francisco Barrio Terrazas, ambassadeur nouvellement nommé au Canada, est surtout connu des femmes non pour ses charmes de séducteur latino, mais pour avoir dirigé Ciudad Juarez, la ville des maquiladoras (usines de sous-traitance) rendue célèbre par les assassinats de plus de 442 femmes (et 1042 disparues) en moins d'une décennie. Les chiffres varient considérablement, selon qu'ils sont fournis par les ONG, la police ou les autorités affolées de voir fuir les investisseurs et le tourisme.

La cerise sur le gâteau, ce sont les réflexions relevées par la presse mexicaine lorsqu'on parlait à l'ex-gouverneur des femmes assassinées. Selon l'agence Cimac d'information sur les femmes, Francisco Barrio échappa d'abord ce commentaire: «Ce sont des femmes de mauvaise vie.» Plus tard, il eut cette conclusion inspirée de la logique ambiante (M. Barrio est membre du grand parti catholique d'Action nationale qui gouverne le Mexique): « Elles ont couru après leur propre malheur.»

Son étonnante nomination a déjà soulevé des murmures au nord comme au sud. Avec le film Backyard -- El Traspatio (versions anglaise et espagnole du mot «arrière-cour»), de Carlos Carrera et Sabina Berman, le murmure risque de s'enfler bruyamment. (Le titre du film rappelle la réflexion d'Adolfo Aguilar Zinser, ex-sénateur et conseiller du président mexicain Vicente Fox, qui tomba en disgrâce pour avoir déclaré que «les États-Unis ont toujours considéré le Mexique comme leur arrière-cour». Expédié à l'ONU comme ambassadeur, Zinser s'opposa à la participation du Mexique à l'invasion de l'Irak et mourut peu après lorsque sa voiture fut happée par un camion sur une route mexicaine.)

Il y a si longtemps qu'on parle des «mortes de Juarez» qu'on pensait pouvoir oublier l'affaire à l'usure. Et voilà que Backyard, sur les écrans depuis quelques jours, vient ranimer l'indignation. On plaindra le nouvel ambassadeur, déjà mis à mal pour son échec comme responsable de la lutte anti-corruption dans l'administration de l'ex-président Fox.

En ces temps de crise financière, ce docu-fiction ne pouvait mieux illustrer la cupidité des entreprises étrangères qui quittent maintenant le Mexique parce que les mini-salaires, comme on dit, sont encore trop élevés comparativement aux salaires indiens, chinois, honduriens et cie. Et parce que l'État impose trop de charges aux «investisseurs» étrangers.

Ciudad Juarez manque pourtant de services municipaux au point que les investisseurs coréens, japonais ou canadiens vivent généralement de l'autre côté de la frontière, qu'ils traversent soir et matin comme prix à payer pour la juteuse étiquette made in Mexico.

L'horreur

Ciudad Juarez est un désert à demi urbanisé et la poussière dans le film est si vraisemblable qu'on se secoue en sortant de la salle... Beaucoup de journalistes et de cinéastes étrangers ont été tentés d'éclaircir le mystère qui plane toujours autour des «mortes de Juarez». Il fallait une équipe mexicaine pour en montrer toute l'horreur dans un scénario dont l'héroïne est une femme-détective qui n'hésite pas à s'introduire dans un immense congélateur à viande souterrain où se balancent des corps de femmes torturées et assassinées. Cette fois, la fiction dépasse peut-être la réalité, et encore: des informations ont circulé dans ce sens.

Le cinéaste Carlos Carrera nous avait déjà donné un mélo (El Padre Amaro) avec l'histoire d'une jeune fille et d'un curé descendant aux enfers pour une affaire d'amour et d'avortement. Cette fois, le scénario évite le ton larmoyant des téléromans latinos pour nous entraîner efficacement au fond de l'horreur derrière une policière qui finira par se servir du pistolet qu'elle brandit pour descendre l'un de ces chasseurs de chair fraîche en Oldsmobile et lunettes noires.

Backyard -- El Traspatio est réaliste, brutal, efficace -- comme ne l'ont jamais été, hélas, les commissions nommées par les gouvernements pour faire toute la lumière sur les mortes de Juarez. Le film de Carlos Carrera, Sabina Berman (une dramaturge célèbre au Mexique) et Isabel Tardan (la productrice) n'éclaire pas davantage notre lanterne, mais il soulève suffisamment de lièvres sur la complicité financière et politique pour en faire un film d'une époustouflante actualité.

Juarez, symbole de la crise de l'ALENA -- et autres traités de libre-échange -- et de la cupidité qui en demeure le fondement. À recommander aussi à tous les jeunes et vieux qui se sont intéressés au Chiapas, aux autochtones et à la perte cruelle de leur langue et de leur culture. Car deux des principaux personnages du film sont un jeune couple d'Indiens du Chiapas partis faire un peu d'argent à la frontière, comme on allait naguère remplir ses poches à Sept-Îles et Baie-Comeau. Leur tragédie nous projette dans le délirant Klondyke de Juarez. Bref, un film bouleversant à l'affiche d'une chaîne de multicinémas à Mexico.

Quant à réprimer la violence à la frontière, le gouvernement mexicain a choisi d'agir en expédiant 5000 soldats à Juarez et dans les environs. Quelle jeune fille se sentira pour autant rassurée?










http://www.radio-canada.ca/nouvelles/National/2009/02/26/006-ambassadeur-mexique-canada.shtml


Un ambassadeur au lourd passé


La nomination de Francisco Barrio Terrazas au poste d'ambassadeur du Mexique au Canada crée des remous. Dans les deux pays, des organismes de défense des droits de la personne dénoncent cette nomination.

M. Barrio Terrazas est un ancien gouverneur de l'État du Chihuahua. Il était en poste à l'époque où des centaines de femmes ont été victimes de viol ou d'assassinat dans la ville de Juarez. Il a été critiqué pour son refus de demander une enquête. Il avait laissé entendre que les victimes avaient été responsables de leur malheur, car elles se promenaient la nuit, dans des endroits sombres et légèrement vêtues.

Son administration s'était attiré les critiques de la commission nationale des droits de la personne du Mexique. Selon la commission, M. Barrio Terrezas avait mal géré l'affaire des violences de Juarez, en plus de faire preuve d'une attitude méprisante à l'endroit des victimes et de leurs familles.

Des associations réagissent

Dans une lettre adressée au premier ministre canadien Stephen Harper, la Fédération des femmes du Québec réclame qu'Ottawa « rappelle au gouvernement du Mexique les engagements internationaux et nationaux contractés en matière de droits des femmes et qu'il consente les ressources adéquates pour prévenir et contrer véritablement tous les actes de violence perpétrés à l'encontre des femmes. » La FFQ ajoute que « le passé de M. Barrio ne nous donne aucune garantie que, comme représentant du Mexique, il sera sensible à cette question, bien au contraire ».

Une importante association de défense des droits de la personne de Juarez a aussi critiqué la nomination de l'ex-gouverneur. « Nous ne pouvons pas accepter que le Canada, un pays modèle dont la culture est fondée sur le respect des droits de la personne et sur la primauté du droit, puisse appuyer une personne qui a toléré le meurtre et le viol de femmes et de jeunes filles », a écrit l'association dans un communiqué.

Au bureau du premier ministre Stephen Harper, on indique que le gouvernement avait accepté la nomination de Francisco Barrio Terrazas en raison des liens étroits tissés avec le président Felipe Calderon. « Le président mexicain, Felipe Calderon, a mis en place des réformes du système judiciaire et des institutions des droits humains et nous applaudissons le Mexique pour ses progrès dans ces domaines », a déclaré à la Presse canadienne la porte-parole Karine Ledoux.

Manuel Buendía Tellezgirón





http://www.el-universal.com.mx/columnas/65423.html


Estrictamente personal
Raymundo Riva Palacio
30 de mayo de 2007



Crimen de Estado

Hace 23 años se asesinó al periodista Manuel Buendía por el temor que publicara la relación del poder político mejicano con el narcotráfico, una historia aún secreta.

Hace 18 años se encuentra en la cárcel José Antonio Zorrilla Martínez, director de la legendaria Dirección Federal de Seguridad. Para toda una generación su nombre no significa nada, pero Zorrilla Martínez no sólo fue el funcionario de más alto rango en el gobierno de el presidente mejicano Miguel de la Madrid en pagar por el asesinato del columnista más influyente de los últimos 50 años, Manuel Buendía, sino que fue el chivo expiatorio con cuya condena se encubrió un crimen de Estado.

La noche del 30 de mayo de 1984 Buendía salió de su oficina en Insurgentes, casi llegando a Reforma, cuando un asesino le disparó cinco tiros por la espalda. El asesino huyó por Insurgentes, en el perímetro de la Zona Rosa, que era altamente vigilada por policías y militares en esos años por el alto número de personalidades que comían en sus restaurantes, sin que tuviera mayor problema para escapar. Se subió a una motocicleta y se fue a esconder a las instalaciones de la DFS, a unas cuantas cuadras de ahí.

Zorrilla Martínez llegó con sus principales comandantes a la oficina de Buendía y tomó ilegalmente las riendas del caso. Cuando se le persiguió en el gobierno de Carlos Salinas, él y los comandantes que hicieron la investigación fueron a la cárcel, junto con Manuel Ávila Moro, nieto de un presidente de la República, acusado de haber jalado el gatillo. En realidad, Ávila Moro, agente de la DFS y rockero, no había sido el victimario, sino quien manejó la motocicleta en la que el responsable directo de la ejecución escapó. Éste, descrito por testigos como un tipo alto y fornido, aunque delgado, con una gorra y un corte de pelo estilo militar, resultó ser un coronel que, tres días después de ese crimen, apareció asesinado en Zacatecas con más de 120 puñaladas en el cuerpo.

El asesinato de Buendía fue fraguado con sólo 30 días de antelación, luego de que el columnista retomara en dos columnas una declaración de finales de abril de aquel año de los obispos del Pacífico sobre la penetración del narcotráfico en las estructuras del poder. A través de pedazos de los detalles de su asesinato recogidos arqueológicamente por los años, se pudo establecer que, como consecuencia de ellas, el secretario de la Defensa, Juan Arévalo Gardoqui, convocó a una reunión donde se decidió el destino de Buendía.

Creía, de acuerdo con la información que ha salido a cuentagotas en casi un cuarto de siglo, que Buendía tenía información que vinculaba al Ejército y a altos funcionarios del gobierno federal con el narcotráfico, y que la daría a conocer en su famosa columna Red Privada. En la reunión estuvieron funcionarios de la Secretaría de Gobernación, proveedores de armas para el Ejército, Zorrilla Martínez y varios comandantes de la DFS, un par de ellos asesinados años después en actividades relacionadas con el narcotráfico.

Una investigación paralela de Samuel del Villar, en ese entonces el cruzado de la renovación moral en Los Pinos, establecía que ante la crisis económica que sufría el gobierno de De la Madrid, se elaboró una política secreta donde el gobierno se haría de fondos del narco mediante la protección de los campos de cultivo. Un ex secretario de Estado en la administración de De la Madrid expresó altas dudas sobre la veracidad de aquel informe, en buena parte porque, comentó, Del Villar -un hombre con una genialidad que tocaba muchas veces la locura- estaba produciendo documentos desconcertantes, como una propuesta al presidente para resolver el problema del sindicato petrolero con una especie de Noche de San Valentín.

Lo que era innegable, de acuerdo con otros ex secretarios de Estado que hablaron con el paso de los años, era que el Ejército sí protegía cultivos de droga, particularmente en Sonora y Sinaloa, y que la participación de Arévalo Gardoqui como jefe de esas actividades siempre fue muy difícil de rebatir. El narcotráfico ya había penetrado las estructuras del poder en México. De hecho, las redes de distribución estaban inmersas en la geopolítica del momento, particularmente la contrarrevolución organizada por Washington en contra del gobierno sandinista en Nicaragua. La ayuda a la contra tenía problemas de abastecimiento de armas por la Enmienda Boland, mediante la cual el Congreso de Estados Unidos prohibía a la Casa Blanca ayudar de cualquier manera, salvo humanitaria, a los contras.

Se conoce ampliamente el caso del Irancontras, que fue una operación para llevar armas a la contra procedentes de Irán a cambio de la liberación de los rehenes estadounidenses en su embajada en Teherán, pero casi nada ha salido, en todo este tiempo, sobre el papel de México. Buendía siguió esa pista con su peculiar olfato periodístico hasta que lo mataron, el mismo día y a la misma hora en que a 2 mil 500 kilómetros, en La Penca, Costa Rica, un agente de la CIA colocó una bomba en una conferencia de prensa convocada por Edén Pastora, el legendario Comandante Cero de los sandinistas que se volteó contra ellos y que para 1984, después de haber sido una de las piezas claves en el trasiego de armas para la contra desde México, se había convertido en un problema para la agencia.

Pastora sobrevivió el atentado donde murieron cuatro personas y 14 resultaron heridas. En esa conferencia que en ese momento no sabía que era promovida por agentes de la CIA en San José, iba a revelar las presiones que tenía de la CIA, que desde Costa Rica controlaba la recepción de armas para la contra, que llegaban a ese país y a la base militar en San Salvador, manejada por los agentes en Centroamérica y por el teniente coronel Oliver North desde la Casa Blanca.

Una de sus primeras declaraciones, muy poco difundidas, fue que el atentado "había venido de México", donde estaba buena parte del trasiego de armas para la contra, que cambiaban por droga en Texas. México era parte de la geopolítica de la guerra fría, donde Estados Unidos cerró sus ojos para beneficios de sus intereses ulteriores. En ese sentido el general Arévalo, pese a la documentación que lo involucraba en el narcotráfico, nunca fue perseguido ni acusado formalmente, como tampoco fueron reveladas las relaciones del Ejército con el narco.

Buendía, temía el secretario de la Defensa, tenía pruebas de cómo él, altos funcionarios de Gobernación y familiares del presidente, estaban metidos en el negocio del narcotráfico. No está claro todavía si cuando Arévalo se alarmó el columnista tenía documentación sólida. Pero Zorrilla Martínez, que era su compadre, sí sabía todo aquel entramado. Pero para un crimen de Estado se necesitaba un hombre de Estado.

En efecto, por más contradictorio que parezca, Zorrilla Martínez se comportó como un hombre de Estado, tragándose todo lo que sabía, guardando silencio entonces y ahora para salvar la viabilidad de un gobierno. Pero, sobre todo, para proteger a los secretarios de Estado que, con la aprobación o no del presidente De la Madrid, metieron sus manos de lleno en el narcotráfico, prólogo pernicioso de la realidad actual.

rriva@eluniversal.com.mx

r_rivapalacio@yahoo.com






http://www.jornada.unam.mx/2009/02/19/index.php?section=politica&article=015n1pol


Rafael Moro Ávila, autor material del homicidio del periodista Manuel Buendía, ocurrido el 30 de mayo de 1984, obtuvo el beneficio de la libertad anticipada de parte de un tribunal colegiado, por lo que anoche fue excarcelado del Reclusorio Norte. Originalmente fue condenado a 25 años de prisión, pero ayer, cuando cumplía 19 años en la cárcel, salió por liberación anticipada debido a buena conducta.
El miércoles 30 de mayo de 1984 Buendía salió de su oficina en Insurgentes y se encaminó al estacionamiento público en el que guardaba su vehículo. Moro lo emboscó allí y le disparó cinco tiros por la espalda. El asesino huyó en el perímetro de la Zona Rosa, que era altamente vigilada por policías y militares en esos años por el alto número de personalidades que comían en sus restaurantes.
Moro logró escapar y fue hasta el 21 de junio de 1989 cuando se le ubicó y se le detuvo.
Rafael Moro, ex agente de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), fue encontrado penalmente responsable de los delitos de homicidio calificado, es decir, se comprobó que asesinó a Buendía con premeditación, alevosía y ventaja.
El sexto tribunal colegiado fue el órgano jurisdiccional que concedió el beneficio de ley a Moro Ávila. Según la causa penal abierta durante el juicio contra esta persona, Rafael Moro en compañía de José Antonio Zorrilla Pérez, ex director de la DFS, fueron los que planearon y ejecutaron el crimen, presuntamente porque Manuel Buendía preparaba un reportaje en el que vinculaba a Zorrilla con actividades del narcotráfico.
Las fuentes consultadas agregaron que en los próximos días también puede darse la excarcelación –bajo el mismo principio legal de la libertad anticipada– de José Antonio Zorrilla.






http://www.eluniversal.com.mx/notas/578046.html


Homicidas de Manuel Buendía están libres
.

Juan Rafael Moro y José Antonio Zorrilla quedaron en libertad la madrugada del miércoles. Ellos fueron sentenciados después de que se comprobó su participación en el homicidio, cometido el 30 de mayo de 1984 .

NOTIMEX

EL UNIVERSAL

CIUDAD DE MÉXICO JUEVES 19 DE FEBRERO DE 2009


Los asesinos material e intelectual del periodista Manuel Buendía abandonaron anoche las instalaciones de los reclusorios Norte y Oriente, luego de que jueces federales les otorgaron amparos que les permitieron beneficiarse con el recurso de la libertad anticipada.

La Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Gobierno del Distrito Federal informó en un comunicado que los procesados Juan Rafael Moro Ávila y José Antonio Zorrilla Pérez gozan ya de libertad, aunque con la advertencia de que tienen que cumplir obligaciones para que no se les revoque el beneficio.

Explicó que en el caso de Moro Ávila la Dirección Ejecutiva de Sanciones Penales del gobierno capitalino otorgó la libertad anticipada, atendiendo la resolución del juicio de amparo 493/2008-1 emitido por el Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal en el Distrito Federal, cuya resolución fue confirmada por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal de Primer Circuito.
De la misma forma, Zorrilla Pérez obtuvo su libertad anticipada en atención al juicio de amparo 1021/2008-111 emitido por el Juez Octavo de Distrito de Amparo en Materia Penal del Distrito Federal, resolución confirmada por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal de Primer Circuito.

La dependencia informó que en ambos casos se trata de libertades en su modalidad de Remisión Parcial de la Pena que les obliga a cumplir ciertas obligaciones para no incurrir en "causales de revocación" de la libertad anticipada.

"Se trata básicamente en observar buena conducta y modo honesto de vivir, firmar cada 30 días para seguimiento de sus actividades, residir en el domicilio que le haya sido señalado y no ausentarse del mismo sin autorización de la Dirección Ejecutiva de Sanciones Penales", indicó la subsecretaría.

Los sujetos antes mencionados fueron sentenciados después de que se comprobó su participación en el homicidio del periodista Manuel Buendía, cometido el 30 de mayo de 1984.

De acuerdo con las investigaciones, Zorrilla Pérez fue el autor intelectual del homicidio, mientras que Moro Ávila fue identificado como el asesino material del periodista.






http://octavioislas.wordpress.com/2009/02/21/2528-mexico-fundacion-manuel-buendia-comunicado-a-la-opinion-publica-21-de-enero-de-2009/

A LA OPINIÓN PÚBLICA
La excarcelación anunciada por el Sexto Tribunal Colegiado de Rafael Moro Ávila y José Antonio Zorrilla Pérez, autores material e intelectual del homicidio del columnista Manuel Buendía Tellezgirón, ocurrido el 30 de mayo de 1984, constituye un gravísimo episodio para la justicia y la prensa mexicanas.
Más allá de las interminables dudas y suspicacias en torno al pleno esclarecimiento del crimen (recuérdese la terminante declaración de Zorrilla: “Nunca fui autónomo. Era parte del sistema. Recibía órdenes del secretario de Gobernación”), resulta altamente preocupante e inconcebible que ahora, en un escenario de continuos atentados y violencia contra periodistas y medios informativos, se haga llegar una señal tan ominosa para el gremio periodístico y toda la sociedad mexicana.
No podemos olvidar que al momento del homicidio de Manuel Buendía, Zorrilla Pérez era director de la Dirección Federal de Seguridad, entonces dependiente de la Secretaría de Gobernación, y que jamás se investigó con suficiencia sobre su fortuna y propiedades (imposibles de justificar con sus ingresos como servidor público).
Desde el asesinato del autor de “Red Privada”, el número de homicidios, atentados y agravios a periodistas ha aumentado de manera alarmante, al grado de que hoy se ubica a México como el segundo país donde se cometen más actos contra el ejercicio periodístico. En ese contexto, y considerando la impunidad que ha reinado por lustros, el que ahora se haga efectiva la excarcelación de dos responsables de un asesinato que conmocionó a la nación hace 25 años –porque se trataba de uno de los columnistas más importantes e influyentes de la segunda mitad del siglo XX–, deja una impresión de inquietud y desamparo para los periodistas y de menoscabo a su libertad de expresión.
Lo triste e indignante del caso es que hoy día nuestro sistema judicial castigue más enérgica y gravemente a los líderes de movimientos sociales que a los responsables de asesinatos y actos contra periodistas.
Atentamente
FUNDACIÓN MANUEL BUENDÍA A.C.
México DF, 19 de febrero de 2009.
NOTA: Si quieres suscribirte a este comunicado, el cual aparecerá en la página electrónica de la RMC y de la FMB, envíanos un correo con los siguientes datos: nombre completo y cargo que desempeñas.
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Tels. 5207 1857 / 5208 4261






http://www.criterios.com/modules.php?name=Opiniones&file=article&sid=295


Manuel Buendía, in memoriam
Redacción | Publicado el 2006-05-30

Miguel Ángel Sánchez de Armas | Juego de Ojos

Hace 22 años murió asesinado Manuel Buendía Tellezgirón (hoy es año 2009). Aquel 30 de mayo de 1984 fue miércoles. Por la tarde, el autor de “Red Privada” -la columna cuyo nombre se ha hecho sinónimo de lo mejor de nuestro periodismo- abandonó la oficina que rentaba en un viejo edificio de Insurgentes, a la altura de la Zona Rosa en la ciudad de México, y se dirigió al estacionamiento público en donde guardaba su auto. Ahí, en la puerta, fue emboscado. Un sicario lo ultimó de cinco tiros por la espalda.

El día pardeaba. Vehículos y peatones congestionaban la principal avenida de la capital. El crimen, a propósito frente a testigos, fue en realidad una ejecución, una advertencia. Las fotografías del cadáver desangrado de Buendía en una acera le dieron la vuelta al país y al mundo: en aquel México tal era el fin que aguardaba a los practicantes de un periodismo crítico, analítico y, sobre todo, independiente.

Veintidós años han transcurrido y mucha agua ha pasado bajo nuestros puentes. Hoy reconfirmamos que la muerte de Buendía fue ejemplar, pero no en el sentido en que quisieron sus asesinos. Un instante después de la primera oleada de dolor y miedo, en el periodismo mexicano se refrendó el compromiso con la libertad. Y conforme pasan los años, nuevas generaciones de periodistas encuentran en Manuel Buendía un ejemplo de ética, valentía y rigor profesional y personal, pues Buendía sigue entre nosotros por la sencilla razón de que la esencia del periodismo en el que él creía sigue siendo la misma.

Recordamos a Buendía de muchas formas. Su cálida amistad y el sentido de humor con que engalanaba su trato. La solidaridad y el culto a la amistad. Su profunda convicción de estar transitando por el mejor de los caminos profesionales. Una vez escribió: “Ni siquiera el último día de su vida, un verdadero periodista puede considerar que llegó a la cumbre de la sabiduría y la destreza. Imagino a uno de estos auténticos reporteros en pleno tránsito de esta vida a la otra y lamentándose así para sus adentros: “Hoy he descubierto algo importante, pero... ¡lástima que ya no tenga tiempo para contarlo!”

Un hombre comprometido y eficaz. Un periodista preocupado por definir el oficio: “El periodismo no nos permite vivir de ‘lo que fue’, de ‘lo que el viento se llevó’. Al contrario: nos obliga a vivir para lo que es. Un periodista no puede permitir que sus amigos le organicen, como a un pintor, exposiciones retrospectivas.

“Tampoco podemos arrullarnos, como las viejas actrices, en la nostalgia del álbum fotográfico o en el recuerdo de aquellas marquesinas que bordaban nuestro nombre con foquitos de colores. Ni andamos por ahí como los veteranos de una guerra ya olvidada, luciendo antiguas condecoraciones y un atuendo pasado de moda.

“Los periodistas, como el combatiente sin relevo, vivimos y morimos con el uniforme de campaña puesto y el fusil humeante entre las manos. “Dicho de otro modo menos melodramático: los militantes del periodismo -por vocación y por destino- tenemos que ser, aquí y ahora, y para nosotros ser significa publicar, hacernos oír, ya sea desde una gran cadena de periódicos, o en una modestísima revista provinciana y hasta en una simple hoja volandera.

“Mi homenaje, pues, a tantos colegas que no alcanzan fama ni honores, pero que jamás han desertado del deber profesional un solo día.”

Hay hombres que forjan sus propias leyendas. En el periodismo de vez en cuando surgen figuras que rompen los moldes no como un reto, sino porque ello es parte misma de su naturaleza. Manuel Buendía fue de esa estirpe. Lo recordamos siempre. (Mayo 30 de 2006)

sanchezdearmas@gmail.com

Íñigo Villa de Segura de la Frontera o la homofobia intrínseca



Pongo el nombre éste, el de Íñigo Villa de Segura de la Frontera, a este mí amigo quien, siendo homosexual de naturaleza, casóse, engendró una hija y dos varones, uno dellos macho, de ésos que encomian matar a los homosexuales en México pues eso de la pureza puritana gringa no es privativo de los infelices gringos, en Méjico los hay y en demasía. Mi amigo pobre de espíritu se amilana y en vez de revelar que es gay, se presenta como heterosexual amador de hembras de esas que tienen alzadas las tetas y anchas las caderas zalameras, de las candongas de fabla y pabla suave como el cantor de coro de churriguera catedral virreinal.

Íñigo Villa de Segura de la Frontera ha llegao hace un año a mi ciudad. Ha dejado atrás su mejicano Estado norteño, ha dejado atrás sus dos hijos y a su hija. Ha dejado atrás a su esposa con quien sigue casado y de quien ya estaba separado de tiempo ha. Amén de estar aún casado, Íñigo Villa de Segura de la Frontera comienza con fruición a hacer su vida de homosexual refocilando carnalmente con todo dios, vida vedada allá en su México pues, él es una persona hermética, es un muy grande panico que le ataca el hablar de su homosexualidad ante sus hijos e hija, yo le argüyo que es el miedo a perderles el que le hace callar su verdad, él no sabe qué le compele a ocultar a ultranza esa revelación a la que Íñigo Villa de Segura de la Frontera denomina con afrenta e ignominia: "confesar". Con torpedad este hombre me refiere que es un asunto privadísimo que sólo a él le concierne y a nadie más, yo le respondo que cuando él presentaba a su esposa e hijos él se ufanaba y hacía grandes saraos para presentar su boda, su hija, y los cumpleaños de la familia heterosexual, le argüyo que igual derecho goza de hacer alharaca de su vida homosexual, le doy como evidencia que cuando nos casamos civilmente no vamos a matar a todo el viandante que hállase en el Palacio de Gobierno para que nadie vea que nos casamos con una persona de nuestro mismo sexo, pues no, claro que se hace a ojos vistas de todo dios.

Este sonorense amigo hoy ya comienza su vida lúbrica con salaces y gallardos mozos de toda suerte y nacionalidad pues que en Canadá los hay de todas las razas y de toda laya y talante, Íñigo Villa de Segura de la Frontera ya folla con un musulmán, ya con un suramericano, ora con un asiático, ora con un negro haitiano, su vida ya con menos culpa la desarrolla de manera más normal respetando su naturaleza. Antes no la respetó jamás pues se reprimió siempre en la pulsión sexual que le es propia, por ende Íñigo Villa de Segura de la Frontera tuvo depresiones, taquicardias, ataques de pánico, etc. etc. etc. todo un cuadro que lo tuvo toda su vida consultando a médicos y a especialistas. Hoy Íñigo Villa de Segura de la Frontera ya no necesita médico especialista ninguno pues ya no presenta taquicardias ni depresiones, hoy respeta su naturaleza aunque para él es normal ocultar a ultranza a todo dios su homosexualidad, punto en el que disiento yo con él pues yo le explico que cuando él presentaba a su esposa e hijos lo hacía ufano, le explico a este sonorense que al presentar en sociedad a su familia declaraba a todo dios, ufano, su heterosexualidad, y allí todo dios estaba asaz contento, le explico al sonorense que así en ese mismo orden de ideas tiene que ostentarse como homosexual pues es condición "sine qua non" para la salud mental, el estar ufano uno de sus logros y, el tener una pareja de valía es un logro de el que debe ufanarnos siempre jamás.

Este amigo sigue su proceso con parsimonia y frugalidad, Íñigo Villa de Segura de la Frontera ya no es mozo, no es provecto pero ya las mocedades las dejó atrás ha tiempo. Es justo, a mi fe, que antes de entregar la vida a la Parca, realice su existencia para la que fue parido, es decir, que folle con vehemencia con felones y con pelones, para que así, el morir lleve una sonrisa en el talante níveo.

Claro que en hablando de muerte, le interpelo que revele a sus hijos e hija su genuina y real naturaleza, yo le explico a Íñigo Villa de Segura de la Frontera que es hórrido que las viperinas y filosas lenguas ávidas siempre de dimes y diretes, deturpen su imagen ante sus ignaros hijos e hija dél, le digo que es siempre mejor que sus hijos conozcan su verdad, la de que es gay. Le digo que sus hijos hoy tal vez aman a una imagen, la que es falaz y mendaz, eso es deletéreo a mi fe, claro que obviamente tengo por hecho cierto, y casi consumado, el saber que jamás revelará ese su secreto a sus hijos ni a su hija. Deleznable el no hacerlo es. Yo sostengo que quien lo siguiera amando después de conocer a el verdadero padre, querría decir que siempre lo amó y, el hijo que dejara de amarlo querría decir que amó a un padre el que jamás existió. Yo cojo el lado de la verdad, yo tengo como hecho cierto que la verdad debe imperar, eso para mí es categórico e indubitable.

En análoga situación hállase otro amigo mío también de Méjico, lo mismo le digo que haga, él también se siente amilanado y teme perder el amor de su hijo e hijas.

Siempre será triste que esos hijos queden privados de conocer que un padre homosexual fue un eximio padre. A más que no sabemos la sexualidad que presentarán los hijos destos amigos, es obvio que la probabilidad de que tienen un hijo homosexual, es latente y altamente probable, mucho más a tener un hijo con idiocia o demencia, el que uno tenga un hijo homosexual (o una hija lesbiana) es altamente probable, todo dios teme eso pero, con temor o no, acaece que uno tiene hijos e hijas homosexuales.