domingo, febrero 07, 2021

PARADOJA

Yo soñaba con ser escritor, pero por tantos maltratos de mis dementes tíos pues... lograron que tuviera la idea de que yo jamás tendría casa, ni buen empleo ni lo que todo individuo logra que es una casa, un automotor, viajes, todo eso lo sabía cancelado, anulado para mi vida mía de mí.  El desprecio de mis tías y de mi tío hiciero que fuera yo timorato.

 

En esos avatares que según del Destino, de la Fortuna.  Yo jamás supe ni sé dónde coños ubicarme, esto es que, si soy cortés y el otro quídam no lo es, frustración, si soy lépero y la otra persona es amable me siento que hice mal. 

 

Paradoja es que, la dama más fina y más bondadosa que conocí, Hortensia Mass de Font, siento que me hizo el peor de los servicios.  Esto es que ella fue conmigo generosa, bondadosa, era una dama de febles maneras, una fina dama de la alta sociedad mejicana.  Ella fue para conmigo siempre comprensiva, generosa, buena, una verdadera madre, la que yo jamás tuve.  Esta dama fina y elegante de adamadas maneras, me hizo el mal servicio de, que yo pensara que así como ella había otros seres, y no, jamás nunca jamás hallé otra persona así de bondadosa, de generosa, de decente, de noble como ella, eso me hizo vivir errado en que habrían otras personas como ella y no, no es así, esto me hizo el mal de trastabillar siempre, y de cometer errores al confiar en palurdos zafios de baja estofa y de mala catadura, al pensar que eran gente correcta, y no, eran necios de la peor laya y talante.

La familia disfuncional mía

 

La familia disfuncional mía

Tan insolentes y anormales eran mis tíos Antoñito, Raquel y María de Lourdes que, una vez que tuve la osadía de llevarme conmigo a mi primo huérfano, quien vivía con estas tías mías, hermanas de mi padre, a un paseo para hacer fotografías de fachadas barrocas de mi Ciudad, me gritonearon y me llenaron de ofensas, sólo por haberme llevado a mi primo conmigo, y con compañeros de la universidad para hacere fotografías de fachadas barrocas de mi ciudad.  

 

Hoy, pasados los años, quizás que era el temor de que como yo era gai pues que quizás que tenían la demente idea de que los gais siempre violamos a menores, pero desto no estoy seguro sino que sólo barrunto esto como causa.  Lo más probable es que fuera la demencia o delirios de gente enferma que, tiene que dividir para controlar de manera enferma pues que mi parentela ésta, de normal ni de salud mental tenía nada en la sesera. 

 

El comportamiento de mi familia era completamente anómalo, sobre todo el de mi tío Antoñito y el de Raquel, el de Antoñito presentaba muchas veces buenos sentimientos, pero en general no había muchos sentimientos en ninguno de ellos, eran insensibles, más era actuación que algo auténtico y verdadero, fingían amor pero en la realidad no lo conocían.  Siempre sentí que esa insensibilidad venía de mi abuela paterna pues ella no presnetaba jamás sentimientos por nadie.  Siempre pensé que por ello mi abuelo Policarpo Escobedo Morales la dejó para irse con otra señora a Guadalajara en el Estado Xalisco, con quién tuvo otros hijos que no conozco yo.