domingo, abril 26, 2009

Vicente Jorge Font Mass

Vengo a hallar que este holosérico gentilhombre, mi ex amigo, mi adorado ex amigo ha muerto no ha mucho.

Veo que dejó un vástago de nombre Regina y de apellidos Font López. Me sorprende que este áulico hombre haya dejado un sarmiento.

Me deja transido, atribulado y con grande congoja el ver que ese linaje tan prosopopéyico ha desaparecido disgregado para siempre jamás.

Veo que su padre, don Vicente Guadalupe Font Fernández Fragua ha muerto así como su esposa, madre de Vicente Jorge, doña Hortensia Mass Hernández. Señora ésta de costumbres exquisitas en el arte cisoria, la mesa de esta familia ¡ah qué mesa! era delectable tan sólo ver la mesa llena de cristales, de plata repujada, de charolas de plata y vajilla filipina con diseños egregios, los criados... todos de librea, las viandas egregias que allí se yantaban, carnes traídas del Norte del País, pescados, veneras gallegas, arroz salvaje, que allí manducar era el arte cisoria.

Familia ésta originaria de Valencia del Cid. El levantino abuelo, don Vicente Font Navarro, hombre callado, meditativo, bueno y rico pues sé que en el arroz Santo Niño y San José hizo grande fortuna. Su esposa la Gran Condesa, noble doña Carmen Fernández Fragua de nobleza escocesa así como española de Castro Urdiales dicho sea de paso, gran dama doña Cármen de las de estirpe que ya no existe, sus refinadas maneras, la ética social respetaba ella hasta el nivel de perfección.

Estos perínclitos abuelos de Vicente Jorge, poseían varias casas, una de ellas en Cuedlavaca de los atlachichimecas, zona semi tropical, grandísima mansión de diez mil metros cuadrados, diez hectáreas de jardín. El estacionamiento tiene cabida para veinte autos y puede llegar la gente en helicóptero, una belleza esa mansión señorial decorada con tapetes persas y plata, así como de talavera de la Reina de la Puebla de los Ángeles.

Las reminiscencias se agolpan en mi cabeza fruto de el dolor de saber muerta a esas nobles personas. Recuerdo hoy cuando Vicente Jorge pasaba en su Gremlin por mí a mi casa de Álvaro Obregón en la Colonia Roma, casa en la que vivía con mi padre y con su esposa María Paz Torís Díaz.

El padre de Vicente Jorge era un hombre con el don de gentes. Era un hombre que sabía reír, que contaba bromas, que narraba anécdotas sumamente interesantes, era un hombre que dominaba el inglés magistralmente así como su amorosa esposa Hortensia, mujer más buena que a mí me tuvo con muchos mimos como si yo fuere su hijo propio. Estas nobles personas fueron más que buenas conmigo, me trataron como a uno más de su familia, como a parte de ellos, con mi padre fueron siempre muy respetuosos y el bajo de mi tío Antoñito los detestaba por envidia, pues mi familia era de menor calidad que ésta. Yo creo que toda familia era inferior a los Font, yo jamás conocí a nadie superior en caldiad a esta noble familia tan nobilísima y de acendrada educación reminiscencia de un pasado lleno de plata y oleos de sus mayores.

En su casa-palacio ostentaban los oleos de sus ancestros, uno era el de un Fernández Fragua, ellos eran ufanos del temperamento de ese ancestro, ya no recuerdo detalles dello.

Una de las hermanas de Vicente Jorge era Patricia Martha Font Mass quien tuvo gemelas cuyo nombre de una dellas es M P AA FONT, la otra creo es M del C pero ya no recuerdo, yo fui al bautizo de ellas en el templo del padre Francisco, esto a la vuelta de la casa-palaco de doña Carmen Fernández Fragua de Font.

Yo estaba cuando de la Avenida Presidente Masaryk 392 se cambiaron a la Calle de Fuente de Prometeo en Tecamachalco, Méjico.

No me llega a las mientes la idea de que Vicente Jorge tuvo una hija quien se llama Regina Font López, quiero saber con quién la tuvo, quiero saber en qué trabajaba Vicente Jorge Font Mass, quiero saber de qué falleció mi ex amigo Vicente Jorge Font Mass; para ello ofrezco mi domicilio electrónico gilbertoescobedomena@yahoo.ca


El gran conde Vicente Jorge, gustaba demasiado de el alcohol, tenía a más enfisema pulmonar por lo que desde joven tosía siempre de manera huera.

Cuando por indiscresiones de mi primo Armando perdí la holosérica amistad de Vicente Jorge, perdí mi repère.
Tuve por ende que aprender a vivir solo sin el amado amigo Vicente Jorge.

Vicente Jorge tenía una grandísima cultura libresca, gustaba mucho de leer y en el seno desa familia yo aprendí millones de datos, hechos, cosas, costrumbres, manera de pensar, de sentir, de actuar.

Claro que Vicente Jorge tenía su defecto: no gustaba de dormi sin calcetines por lo que tenía hongos en los pies y, no se limpiaba bien el culo por lo que dejaba huellas en los blancos calzones.

Este amigo odiaba el sexo. Por supuesto que no todo era perfecto en esa holosérica casa, su dogmatismo católico les hacía espantarse de el sexo, lo que era visto como pecaminoso. Por ende Vicente Jorge, a diferencia de todos los demás, odiaba por sucio y bajo, el sexo. Siempre rehuía al sexo. Yo a diferencia de él siempre gocé de el sexo. Él siempre me criticó eso pero obviamente que el sexo para mí es una potencia que domina mi mente, cuerpo, entelequia, sino, derrotero, mente, alma, conciencia, todo en mí pues es el faro señero de mi vida.

Esta familia venía de parte de la madre de familia hispalense. La sra. Hortensia era de una elegancia sin par, como a las hijas que parió, Patricia y María del Carmen, ambas hermosas. Vicente Jorge gozaba de esplendente prestancia, era un hombre de una elegancia sin par, tenía cara de valenciano, de levantino, claro que con sus gafas se veía más intelectual que otra cosa. Estudió Derecho en la Universidad Anáhuac, y por amigos tenía una gavilla de mantenidos que iban a la escuela sólo para esperar que sus padres murieran para heredar las empresas y los cargos de poder en el gobierno mejicano pues, todos excepto Vicente Jorge, eran una carpanta de analfabetos con billones de dólares en los Estados Unidos de América. Claro que el lío mayor de Vicente Jorge era su mitomanía, era mentiroso sistemático, a más que megalómano monomaniaco del poder, del dinero y nada del sexo.


No puedo dejar de recordar la grande casa de Avenida Presidente Masaryk 392 donde vivía él con sus dos padres. Casa de varias habitaciones con billar, salón de fiestas, el comedor era tan grande que cuando derribaron la casa, la derribaron con el comedor adentro pues fue imposible sacarlo de esa casa. Cuando mudaban lo hacían a una de Anatole France CIEN, y a otra en Lafontaine 97. Eran casastenientes eso era claro. Este caro amigo adoraba el dienro y los sweateres, tuvo uno de Scotch House que se compró en Escocia, Europa, ostentaba el tartán Stéwart. En esa grande casa de Presidente Masaryk 392 en diciembre prendíamos la chimenea, más bien las chimeneas pues esa casa contab con tres, además de calefacción.

Con Vicente Jorge fui muchas veces a San Miguel de Allende, Estado de Guanajuato. Gustábamos mucho de ese lugar, siempre recordaré cuando fuimos con Facundo Jaime Arciniega Garrido, con Hilario Jerez, con Vigneault un chico más bien delincuentoso macho y muy hermoso de buena familia, Mónica su hermana era amiga de Vicente Jorge, siempre recordaré cuando al día siguiente de haber hecho el amor como un loco enamorado con Esteban, se lo conté a Vicente Jorge y éste acostumbrado a que yo me acostaba con todos los hombres del mundo, me respondió que no le asombraba nada, a mí sí pues un hombre tan rico, importante, apuesto, poderoso, se me hacía inalcanzable a mí un pobre ilota inmerecido de la penitencia; pero así y todo follé con Esteban en la casa de mi tío Antoñito en San Miguel de Allende.

Esta semana la última de abril de 2009 es tan cruenta y dolorosa pues que en esta semana supe que mi media hermana Rosalinda Machorro Mena murió hace una semana, el 18 de abril deste 2009 murió, esta semana en que sé que mi medio hermano René tiene cáncer de pulmón, esta semana espero no sea en la que fernando vargas mendoza me lleve a mí a la tumba.

Recuerdo que con mucha alegría Vicente Jorge de la tierra de sus mayores, de El Corte Inglés, me trajo dos suéteres, uno verde y el otro de marca Pangolín, una belleza de suéteres. ¡Qué dolor!

Recuerdo cuando íbamos a su suntuosa casa en el lago de Tequesquitengo a esquiar sobre el agua, ese calor tropical jojutleño, esa mansión llena de palmeras, llena de criados, diez tenían en esa casa la que sé que fue vendida a Sasha Montenegro según ellos me dijeron. ¡Qué dolor ver esa nobilísima familia de el más alto linaje, extinguirse!

Requiescat in pace





Algo se muere en el alma cuando un amigo se va
cuando un amigo se va algo se muere en el alma
cuando un amigo se va algo se muere en el alma
cuando un amigo se va.
Cuando un amigo se va y va dejando una huella 
que no se puede borrar 
y va dejando una huella que no se puede borrar.
No te vayas todavía no te vayas por favor 
no te vayas todavía que hasta la guitarra mía llora 
cuando dice adiós.
Un pañuelo de silencio a la hora de partir 
a la hora de partir un pañuelo de silencio 
a la hora de partir un pañuelo de silencio a la hora de partir. 
a la hora de partir porque hay palabra que hieren y no se deben decir 
Porque hay palabra que hieren y no se deben decir.
No te vayas todavía no te vaya por favor 
no te vayas todavía que hasta la guitarra mía llora 
cuando dice adiós.
El barco se hace pequeño cuando se aleja en el mar. 
cuando se aleja en el mar 
el barco se hace pequeño cuando se aleja en el mar. 
el barco se hace pequeño cuando se aleja en el mar. 
cuando se aleja en el mar y cuando se va perdiendo 
que grande es la soledad. 
y cuando se va perdiendo que grande es la soledad.
No te vayas todavía no te vaya por favor 
no te vayas todavía que hasta la guitarra mía llora 
cuando dice adiós
Ese vació que deja el amigo que deja el amigo que se va 
el amigo que se va 
ese vació que deja el amigo que deja el amigo que se va 
ese vació que deja el amigo que deja el amigo que se va 
el amigo que se va es como un pozo sin fondo que no se vuelve a llenar 
es como un pozo sin fondo que no se llega a llenar
No te vayas todavía no te vaya por favor 
no te vayas todavía que hasta la guitarra mía llora 
cuando dice adiós.

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