sábado, febrero 20, 2010
LAS COMPETENCIAS
Cuando niño, adolescente, púber, imberbe, con los vecinos Carlos Rojas Monroy, Manuel Pinal, Raúl Prieto Fernández, Eduardo Fernández quien lamentablemente se suicidó años más tarde, El Gigio, Miguel Hernández, etcétera, en grupo nos masturbábamos, el ganador era quien primero eyaculaba antes que los demás. Recordamos que Manuel Sandoval, el primo de Migue Hernández, jamás tuvo erección, tenía yo creo que por ello feo carácter y era un chico uraño y aislado, Manolo tenía el miembro grueso y hermoso pero nunca gozaba de erección y eso lo descalificaba siempre en nuestro célico juego pueril. Migue, antes que comenzara a eyacular jugaba a lo que llamamos "las Competencias" que era esa competición para ver quién eyaculaba primero pero, como Migue nunca lograba nada pues nunca ganaba, ya un día me revela que ya eyacula, le dije que no le creía, como si yo fuera el único en la Creación que eyaculaba, por ello Migue muy tranquilamente me promete que me llevará al día siguiente una emisión de su semen, y en efecto a la mañana siguiente Migue dejóme con mi tío Antoñito en la mañana, dentro de un pequeño fracso, su semen para que viera yo que sí eyaculaba. Yo temía que se diera cuenta mi tío Antoñito pero ¡oh sorpresa! nadie sospechó nada de que ese emoliente coloidal era semen de Migue. Migue con el tiempo se puso hermosísimo.
Esas "Competencias" no duraron años, no, lejos de lo que los idiotas vehiculan de "vicios" ese juego pueril y sanísimo que nos ayuda a socializar y a identificarnos, además de lograr placer erótico-sexual, nos daba gratificante estado de igualdad gregario pues que éramos de estadios culturales y económicos disímbolos todos entre sí, Carlos, Raúl y Eduardo vivían en un edificio más bien paupérrimo de la esquina, Gigio vivía en un departamento pobre, yo vivía en casa propia y, Migue en casa propia y con padres con boyante negocio el que dejaba a don Leoncio, su padre, pingües ganancias pecuniarias. Por cierto, Gigio jamás logró eyacular, todos nos burlábamos haciendo escarnio de él porque su padre era alcohólico, Gigio tenía también enorme polla la que jamás gozaba de erección, su polla era descomunal en efecto, a él le daba pena y usaba para que no se viera, pantalones todos aguados para que no sobresaliera nada a través del pantalón. Al paso de los años constato siempre, después de ayuntar carnalmente con miles de hombres, que son pocos los que gozamos de erecciones al cien por cien pues que la mayoría tiene líos de erección entre los que se cuenta un buen porcentaje de varones los que jamás tienen ninguna suerte de ereccón en su polla en el momento de refocilar carnalmente amén que haya lascivia y lubricidad.
Dentro de esa cualidad de lúbrico, de lascivia y lubricidad, posteriormente comenzamos a realizar lo más normal que acaece a todo dios: comenzamos a tener relaciones sexuales entre nosotros. Yo para esto ya era yo un diestro pues yo ya en la Escuela sostenía relaciones con Juglar en la Primaria, con otro grandote cuyo nombre no quiere recordar mi memoria por ahora, con Trueba, con Luis Sebastián, con Kuri en fin, con el diez por cien de mi Salón. A diferencia de las relaciones duraderas y de calidad que sosteníamos los compañeritos de la Primaria, los ayuntamientos carnales entre los amigos de la Cuadra fueron de lacónico período pues que más bien de aprendizaje fueron en nuestras vidas que de placer y de pasión pues no fueron nada gratificantes esas relaciones pues que fueron torpes todas ellas, tal vez impactaba en esa torpedad que su nivel cultural, social, económico los hacía pésimos en el sexo, imagino que siguen siéndolo.
Las relaciones de los compañeritos de la Escuela sí fueron duraderas, traspasaron la Escuela y el fementido tiempo pues llegaron hasta la adultez. Es obvio que el nivel sociocultural, económico, etc. influyen e impactan directamente sobre la calidad de la relación pues había mayor calidad entre estos amigos de la Escuela que entre los vecinitos de mi Calle de Palenque. Con los compañeritos de el Instituto México Primaria privó siempre la estabilidad y la durabilidad en las relaciones, relaciones que se verificaron a través de los años; en esas nuestras relaciones de compañeritos del México se daban cita la ternura, el compañerismo, el aprecio, el respeto, el amor; en nuestras relaciones existía el experimentar, recuerdo que Alex de repente quiso mamar, se decía que era indubitablemente gratificante el mamar, el felar, claro que... había unos compañeritos que se adelantaron decenios a su tiempo como Trueba que quería que bebiera su orín, eso lo veo apenas hoy por vez primera en el año de Gracia de 2009 en una película porno eximia que adquirí. En esas relaciones homoeróticas entre compañeritos de el México, había cratividad y el experimentar se daban cita siempre en esos amoríos furtivos de la Primaria México.
A más, había la promiscuidad pues ¡innovación! nos comunicábamos por medio de la información quién o quiénes follaban con varones también, y quiénes estaban ávidos de sexo con varones también, como nosotros lo estábamos. Así todos llegaban con un gandul, que justamente para ello repetía años, se apellidaba Castro, él era experto en hacer sexo con niños, Castro poseía una polla descomunal, siempre se me hizo sospechoso que los Hermanos (clérigos seglares) fingieran que no sabían de Castro pues era apodíctica su pericia en las relaciones con todos los niños, avezado Castro en el sexo homoerótico Castro siempre andaba en brega follando y refocilando niños a los que les daba su polla para que se la chuparan, a mí me compelió para que lo penetrara analmente lo que fue un impacto para mí, claro que de esto no cconcluyáis que Castro me hizo gay, es estólido pensar que alguien "se hace gay", a mí nadie me hizo sino feliz en esas relaciones homoeróticas, digo que me dejó estupefacto pues yo era un chico muy chico, no más, pero de que me enseñó ese Castro ¡pardiez que me enseñó ese tío a bien follar!, Castro despertó en mí el gusto por el sexo lo que yo le agradezco mucho amén que fue de súbito. Todo dios tenía sexo con Castro, nadie lo perdía, bien, digo nadie de los involucrados en gustos homoeróticos pues que no todos eran homosexuales, yo estimo que el diez por cien del grupo siempre éramos gays pues que si eramos sesenta por grupo, siempre habíamos unos seis, en promedio, a quiénes nos delectaba el sexo con varoncitos de nuestra edad.
Hoy al paso de los decenios ya no sé yo dónde andan tantos amiguitos de esa época, incluso no sé ya nada de mi amante de Universidad, Miguel Ángel L., no sé si aún vive L. Sebastián quien fue tan buen amigo y a quién follé tantas veces al través de tantos años, eximio amigo éste quien vivía primero por Villa-Coapa y luego por Calzada de Tlalpan en una casa muy bien decorada con tachonado moblaje antiguo de ése de orifrés, brosladuras, brochados, labrado en finas maderas con estatuas de negrillos con patenas auríferas. Este eximio amigo mucho me enseñó en el arte amatorio como yo lo enseñé a él en el arte cisoria.
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1 comentario:
Hola, muy interesante el articulo, saludos desde Chile!
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