miércoles, marzo 10, 2010

MIS TRES Y MEDIA MEDIAS SOBRINAS

Mi medio hermano tuvo sus amores claros y deliciosos, él era un hombre apuesto, blanco, de buen talle, velludo, grandote y con una grande potencia sexual y con un atractivo difícil de soslayar. Por ello las señoras, señoritas, esposas de vecinos, vecinas viudas, casadas, solteras, quedadas, gazmoñas ratas de iglesia, putos y demás fauna humana, volvían las miradas hacia mi medio hermano, las más es evidente que aceptaban ir a refocilar con él para folgar con salaz placer para holgura y satisfacción del cuerpo y de la necesidad erótico-sexual, tan necesaria de bien satisfacer para conservar el equilibrio psicológico.

De entrambas partes mis medias sobrinas recíprocamente se acusan de que la madre de la otra es puta. Odio que de una mujer digan que es puta, eso es inaceptable pues, primero puta es la mujer que cobra por refocilar carnalmente con otra persona. Una mujer que hace sexo libremente sin necesidad de estar bajo el yugo conyugal es una mujer libre e ineligente.

En hablando de gente común, de mujeres ordinarias como mi tía, mi vecina, mi abuela, mi hermana, por mí que hagan sexo todas que eso me preocupa nada, al contrario, por mí que disfruten de la libertad y que hagan las mujeres sexo con todo mundo, con hombres, con mujeres, con tres a la vez, con cinco o con diez, a mi fe que disfruten de la vida las mujeres que yo las juzgo cuando son idiotas pero cuando hacen sexo las felicito por listas y por libres pues no hay nada más hermoso que una mujer libre. Una mujer libre hace como el macho que hace sexo con varias personas y se ufana de ello.

A mí me preocupa la maldad como los matones, los sicarios, los narcos, etc. eso sí me preocupa y a esa gentuza de baya laya sí la odiamos.

Las hijas de ambas señoras se ofendieron con denuestros, oprobios, injurias, vituperios, dicterios y diatribas, acusándose siempre de que la madre de la otra era una puta, libertina, lasciva, pelandusca, leperuza, daifa mesalina, disoluta, hetaira, meretriz, hetera, pelandusca, leperuza, tusona, proxeneta, ramera perendeca.

De cada lado una hija de esas señoras que no eran lo que se dejaban acusar de la otra parte, estoicamente cuidó a la mi madre, madre de mi medio hermano, esto da fuerza para ostentarse como dignas, hecho irrefutable pues es digno cuidar a una vieja, y digno de admirar ir a otra casa a cuidarla, a más de un acre carácter acídulo que ostentaba mi madre todo el tiempo.

Es insoslayable que la primera mujer que le conocí a mi hermano cuidó con nimio detalle a mi madre, la misma media hermana mía lo reconocía siempre. Esa maravillosa mujer fue una santa cuidando a mi madre y perdonando la estupidez de mi media hermana quien la acusaba al estilo abyecto de puta por habersele metido a mi medio hermano.

Hase de clarificar que en México el hombre -para la masa- es virginal, santo, maravilloso sólo por ser hombre, y bíblicamente la mujer es una perdida y fuente y ocasión de la perdición del hombre, es lo que llamamos machismo. Finalmente uno decide motu proprio y no como títere con quién satisface uno el apetito sexual y afectivo. Ese aserto de que "se nos mete, se le metió tal mujer a mi padre" son concepciones más tradicionales que racionales, en la realidad uno se mete con quien uno gusta por decisión propia y nada más; nadie se nos mete en la vida, uno decide a quién deja uno entrar en la vida de uno.

En México siempre a la novia, amante, amasia, concubina, amiga, se le acusa de querer separar matrimonios, cosa falsa ésa pues el hombre, como muchas mujeres, no puede ni debe siempre follar con la misma esposa, novia, amante, amasia, concubina, barragana, cierto que unos cuantitos lo logran pero la mayoría, y es lo sano para mí, necesitamos follar con diferentes personas para lograr la plenitud y la salud mental, y por ende el equilibrio emocional.

No podemos borrar el pasado sexual de los seres, como no podemos borrar sus hechos y sus actuaciones consumadas en el tiempo pasado, además que mientras no sean ilegales esos actos, son correctos, hasta dónde sé, el ayuntar carnalmente con todo dios es legal, legítimo, sano, normal, bello, común y corriente y placentero, esto es que si es legal, si todo mundo lo hace, me parece torpe presentar el sexo como algo malo siendo que todo dios follamos, con y sin permiso de curas, pastores y papas, finalmente a esos impotentes curas les importa un bledo con quién uno refocila, eso no es asunto de el cura ni de el papa.

El falaz argumento de que, "a mi padre se le metió esa mujer" es más bien aberrante pues presentan al padre, en este caso mi medio hermano como imbécil o como retrasado mental, lo que es ofensivo en sí.

Yo hasta dónde veo, mi medio hermano no presenta rasgo ninguno de idiotismo ni de imbecilidad ni de retraso mental, más bien es decisión libérrima de acostarse en el presente, en el pasado y en el futuro con quién o quiénes gustan o guste. Más bien, ese argumento de “se le metieron a mi padre” es tomar a las personas por un muñeco de peluche al que lanzamos al sofá y a la cama a gusto, placer y contento de uno, pensar eso de un humano quien goza de salud mental me parece feble argumento de alquien que teme y que teme haber perdido, en este caso al padre, al amante en el caso de la primera señora, si mi medio hermano decidió como todo dios lo decide, acostarse con quién carajos se les da la gana, es bajo la premisa de la LIBERTAD, es torpe pensar que se le meten las ideas y las personas. Nadie se nos mete en la vida, eso es infantil, uno por necesidad fisiológica y por necesidad afectiva se involucra física y afectivamente con cientos de personas, que las gentes crean en ideologías infantiles eso es otra cosa, basta ver la ingente cantidad de madres solteras que perviven para concluir que la sociedad demuestra que es falsa esa concepción de que uno debe hacer sexo sólo después de casarse y bla bla bla, esas ideas preconcebidas que manipulan a la masa ignara son pamplinas de una sociedad hiócrita y atrasada, son convenciones sociales impuestas por curas que nada saben de la sociedad ni del humano y su naturaleza, la realidad es muy otra para todo mundo, notemos que todo dios tiene medios hermanos, esto implica que la gente se hartó se follar con la pareja y salió a elegir otra nueva y con ella prosiguió su vida sexual, por ello justamente en el caso de mi madre yo no lograría aceptar esa ideología infantil que dice que mi madre se le metió a mi padre, más bien se gustaron y pasaron unas noches sexuales deliciosísimas en las que recíproca y simultáneamente entrambos se disfrutado hasta el deliquio.

Ya he dicho que odio el que a una mujer la califiquen de puta sólo porque ésta sostiene relaciones sexuales con un hombre con quien no está casada. Mi madre por haberse acostado con mi padre no se hace puta pues que ellos no se casaron jamás, además yo respeto a las putas tanto como odio a las personas conservadoras, al menos las putas no cuentan mentiras como Marcial Maciel Degollado y el Obispo de Paraguay Fernando Lugo quiénes dejaron un rosario de hijos que engendraron ésos con niñas menores de edad a las que violaron cuando eran núbiles doncellas para arrancarles su albura de doncellez, y son los que ladran pendejadas y zarandajas de que el sexo debe uno practicarlo a partir de que uno está casado y no antes, esos curas son los que odian al sexo, los que lgritan de moral, esos hijos de de la gran puta (con amor y respeto a las putas) son los que vienen a MANIPULAR a las gentes con falacias y sofismas con fingida apariencia de moral, esos curas como los pastores hacen mal en entremeterse en la vida de las personas, esos siniestros curas sí que las más de las veces constituyen un peligro social, ya he escrito mucho de eso, ya he documentado atrocidades hórridas consumadas por ellos por doquier en en todas las épocas de la historia.

Finalmente lo que siempre veo en esa falta de cabeza, de criterio, etc. es que la gente tiene problemas para ver la sexualidad como algo normal, como algo ordinario como comer y como respirar, todos sabemos que la etiología de esa deformación son las putas iglesias que han envenenado las mentes de las gentes con el cuento de que el sexo es pecado, sucio, malo, etcétera, sólo zarandajas e ignoracia profieren las religiones sobre este punto, y sobre casi todos los que las religiones tocan, justamente por ello es que la gente decente me da asco, por ello yo creo que yo tengo mi propia moral, que no es la de la gente decente y justamente por ello yo me pondero decente porque soy indecente, dicho sea de paso.


En la realidad para mí, debemos ver que nuestros mayores (padre, madre, abuelo, tío, tía, hermano, hermana) son humanos y comen, defecan, mueren, sudan, ríen, lloran, por necesidad animal, y también hacen sexo por razón animal, esa pendejada de que es por amor es eufemismo y es evitar la realidad animal y humana. No dudo que la gente se enamora y bla bla bla, no lo dudo, no soy idiota para negarlo. En la realidad nuestras virginales parentelas, y las de los demás también, pueden ser vecinos, tíos, enemigos, compañeros de trabajo, etc. follan, refocilan, folgan, ayuntan carnalmente, al través de sus vidas con muchas gentes, aunque con la hipocresía todo mundo se presenta como virginal, fiel, único, monógamo y demás falacias y artilugios cubiertos con el halo de eufemismos. Luego los hijos y las hijas quieren componer la vida de los padres y de las madres con que son virginales esos padres, santos varones castos que no sienten placer carnal, ni sexual, ni erótico y que son seres como la Virgen que fue preñada y parió perviviendo virgen. Este cuento es de hadas es para gente muy bruta pues en la realdiad sólo debemos dejarlo a nivel de leyenda y de mitología religiosa para entretener a párvulos, esas historias deben de quedar al nivel de superstición y de conseja, no más.

Será bueno que aceptemos que los padres tuvieron una vida deliciosa disfrutando de cuerpos de personas varias con las que pasaron noches y mañanas maravillosas de placer carnal y que hasta un buen porcentaje lo pasaron con personas de su mismo sexo, claro que esos secretos todo dios se los lleva a la tumba cuando la parca llega por nosotros.

Agora sé de la vida que la sociedad nos enseña el idiota maniqueísmo de que la vida sólo es blanco y negro, y la vida no es blanco y negro, la vida son matices, en esos matices aprendo hoy que ambas mujeres son buenas, simplemente la sociedad forzadamente nos enseña a odiar una parte porque, con falsedad, la sociedad nos enseña que debemos ser virginales, célibes, castos, monógamos, fieles, casados, etc. todo falso pues esa vida idílica no es sino para una diminuta fracción de la sociedad que sí practica esa vida monogámica, de fidelidad, de casarse para siempre, et sequence.

Es terriblemente torpe que por los disfrutes de nuestros mayores, los medios hermanos se odien con acendrada ahincanza hasta el paroxismo. Finalmente los hijos de esos amores y de esas folladas tan deliciosas que nuestros padres tuvieron, relaciones sexuales en las que disfrutaron sudor oliscado con delirio y frenesí, bebieron líquidos, hubieron coloides intercambiados que hicieron esa pasión de grata memoración lasciva y dejaron un inconmensurable placer indeleble en la memoria de ambos, de lo que hoy viejos se ufanan pues esas proezas hechas en el tálamo, en el automotor, en la autovía, en la cuneta de la carretera, en el hotel de paso de Cuauhtla, de Jojutla, refociladas de antología de las que todos nos ufanamos y tenemos grata recordación para cuando viejos. Los hijos de esas relaciones sexuales de grata recordación somos el trofeo, la prez, de ésos, nuestros padres.

Somos tan cretinos los humanos que eso lo callamos como malo, como pecado, como despreciable y como sucio. Estúpido es pensar así pues si tanto se ufanan los humanitos de tener hijos, como si los hubieran creado con mucho trabajo, cosa falsa pues se hacen fácilmente los críos. Estúpido,decía yo, es pensar que los hijos somos fruto de algo puerco, sucio, malo, nefando, lejos de ello somos fruto muchas veces pues que no todas, de refociladas difíciles de olvidar y de las que, más bien, nos ufanamos por las proezas que en esas veces logramos con la pareja o las parejas en la cama. Si fuéremos fruto de algo puerco, sucio, pecaminoso, tendríamos que suicidarnos, o nuestros padres, por orden del Dios, tendrían que imperativamente matarnos pues, seríamos los hijos el resultado de la ofensa al Dios. No es así, lejos de ello, nuestros padres muchas veces nos aman y nos protegen.

Yo disfruto mis actos de folgar. Es para bobalicones gazmoños estultos el creer que debe avergonzarnos nuestros disfrutes carnales.

Yo espero que cuando mis dos padres me engendraron, pasaron para ello noches estelares llenas de lascivia, de pasión, de erotismo, noches y mañanas llenas de sudor, de coloides, de líquidos, de fluidos y de disfrute y hartas en placer al refocilar.

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