Víctor era un excelentísimo amigo mío que dejé en México, Víctor tenía un cuerpo hermosísimo, excelentísimo amigo mío, él era bailarín, sorprendente para los que forman prejuicios, Víctor era heterosexual y nada homosexual, y así y todo era bailarín. Lamentablemente se dañó la columna en un movimiento que le impidió proseguir ésa su carrera de bailarín.
Este amigo viene de Xilotepec, tierra de Malinalli Tenepal la amante de el marqués del Valle de Oajaca, lugar hermoseado por Hank González, de triste memoria ese profesor. El padre de Víctor es el dueño de Pollos Supremos de Jilotepec, hierático hombre y hierática la madre.
Para Víctor yo era el gurú o el chamán, desde siempre me buscó y gozó de mi habla y pabla; yo más avezado trataba de conversar con él para que hallara su derrotero y sino; nunca le volví a ver, tal vez que en estas letras él me halle a mí.
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