miércoles, febrero 17, 2010

ESPITA


Virtualmente ya hace veinte años que llegué yo a Alcohólicos Anónimos (AA), allí fue que paré de francachelas y abusos de bebidas espiritosas y delicuescentes licores siempre deliciosos a mi paladar, y a mi mente pues que me evadía de mi hórrida realidad.

Pero os narro algunas correrías, muchas dellas vivificantes. En el L'Hardi Villamar conocí a Ricardo. No recuerdo ya su apellido, era un tío de buen talle, "chichifo" era su profesión, a más que trabajaba en una tienda en una estación de Metro, vendiendo ropa baratísima de esa que se compra el estado llano que vive en llanos con una llaneza henchida de polvo.

Ricardo vivía, como buen vividor, con "Rayito" Raimundo, un provecto hombre gay de mala laya, con brillantes en los dientes, hombre quien gustaba de el juego de cartas. Raymundo se hizo cristiano y dejó su vida sexual de gay, vamos, dejo su vida sexual del lado totalmente, eso hasta dónde yo supe.

El famoso Ricardo era activo, era barbado, blanco, era un conquistador castellano, vamos, un descendiente de uno de ellos pues que era un mejicano más bien muy deshonesto. En esa época de mi vida no núbil pero sí muy inexperto mi sexualidad se limitaba más bien a sexo con compañeros de la Escuela, de la Secundaria, de la Preparatoria, compañeros del trabajo, primos en México y en la Angelópolis que es Puebla de los Ángeles, allí quedé amartelado en amor con un primo con quién follaba como dios, pero con todos éstos, el sexo era amable y tranquilo, ya cuando anduve en el Villamar los que allí iban eran más bien seres violentos, seres, hombres, gentes, para quiénes el sexo era una violación. Así la pasé de mal con Ricardo esa noche en que más fue una violación que una relación de yogar con placer. A Dios gracias que no fui idiota y sabía que el sexo me gustaba y me gustaría al través de toda mi vida, no por lo mal que a veces me fue con algunos tíos dejé de adorar el refocilar y ayuntar carnalmente con hombres y con mujeres indiscriminadamente.

En L'Hardi Villamar conocía más bien hombres maduros, por ello tuve yo éxito pues yo era joven y siempre gocé de eximias erecciones en mi pene. De ese L'Hardi Villamar varias veces acabé haciendo sexo en vecindades de las zonas más bajas como La Merced, muchas veces debajo de vanos y escaleras de vecindades. Una vecindad es lo que otrora fue una casa-palacio de un noble y que, con la incuria hoy son habitadas esas solariegas casas de villa y corte, por cientos de familias que viven la miseria de nada poseer.

En el trabajo, en la Secretaría de Comercio (SECOM) allí habíamos en la misma "Oficina", tres gays dentro de el mismo Departamento de Publicidad Comercial, tiempos maravillosos en que yo de iluso y sano, creía que México mejoraría, época en que yo tenía esperanza en los políticos, en el progreso y, en que los malditos Estados Unidos Gringos nos dejarían evolucionar, pero zonzo de mí que erré de tomo a lomo, nada dello acaeció así. Todo lo contrario, los políticos robaron uno más que el predecesor, eran competicions de quién saqueaba más el país mejicano. La contaminación aumentó a niveles demenciales con el neblumo que me hacía picar ojos y gargante el cien por cien de la martingala vida mía.

En la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI) con Julio el pagador hice algo a las horas que ya no eran de oficina, había otro gay en el Departamento de junto, ese fue más listo que yo pues ése sí que se acostó con Julio, Julio pagaba y tenía cara de delincuente, julio era el pagador en la Oficina. Carlos logró refocilar con un hermoso niño que estuvo un tiempo, ese chico de quién ya no recuerdo su nombre era sumamente atractivo y bello, Carlos lo logró y no lo logré. El zonzo de Cuauhtémoc como era muy religioso pues ése con nadie hizo nada. Al menos a mí Jaime Agvilar cuando estaba borracho, que conmigo era frecuentemente, me daba unas folladas fenomenales, bueno, en él todo era a escala, a ese amigo lo quise muchísimo, era un hombre excepcional, letrado, leído y muy inteligente, amador de libros y buen lector. Al final se casó con su novia.

La vida crápula me trajo desazón. Recuerdo a otro Ricardo, uno quién tenía un páramo de cerebro pero de nalgas maravillosísimas que siendo homosexual, que no gay, me pegó pues ya alcoholizado este Ricardo sufría mucho por su homosexualidad y yo pagué su sufrimiento. El chico es violentísimo, goza de la fama de ser sumamente violento a tal paroxismo que una amiga estaba preocupada que me hubiera ido don él a una dionisiaca.

En la Escuela dónde yo daba clases, esto en el CETIS 32 sita Lecho del Río Churubusco, Pantitlán, allí una vez aconteció algo fenomenal, salimos de una comida y, de repente todos los que íbamos acabamos haciendo sexo todos con todos, una orgía maravillosamente placentera. Asombraba que al elegantísimo y parsimonioso maestro Xicoténcatl, quien evidentemente era gay, todo mundo murmuraba que lo era, asombrábame que nadie de los que murmuraba nada decía de su propia homosexualidad, la que lejos de ser potencial, era potente y activísima. Esa vez yogué con Arrieta quien era muy amable y muy correcto. Mi hermana quien me odió por puto, si supiera que vivimos rodeados de bisexuales y de putos, no me odiaría.

De muy mocito, recuerdo en la Primara a Trueba que era un Cruz, él asombraba por tener la polla circuncidada como el libanecillo Kuri, que de éste refocilamos durante un decenio (tomar nota que en la Escuela México había unos diez Kuri y no eran de la misma familia). Este me asombró una vez cuando en casa del conde me dijo ufano, el infeliz, que él había elegido follar con chicas, yo permanecí incólume aparentemente, era evidente para el libanés que yo seguía una sexualidad gay. Yo era tan zonzo que me sentí mal, en esa edad y con ese medio social tan elevadamente homófobo tenía "a fortiori" que sentirme mal delante mi homosexualidad. Acaso hoy hago la lectura indefectible de que el Kuri vive una sexualidad aciaga engañado y engañando pues recuerdo que era vivificante para él el sexo conmigo. Entre éste y yo no había amor, no de mi parte, era amistad y no más, siempre que viajaba a Río, a los Estados Unidos, a Toronto o a Tokyo, indefectiblemente me enviaba una tarjeta postal la que decía "HSS" (HIGH SOCIETY), pues nos decíamos de la Alta Sociedad. Su madre era arribista y advenediza, de las alpinistas sociales que escalan en las esferas de la sociedad.

Dónde era lo más divertido y eso porque tenía varios cientos a mi disposición, era en el Mercado, además que estaba a una calle de el Cinema Gloria y de el Estadio. Cinemas frecuentado por cientos de homosexuales, además que la Colonia Roma del D.F. es la zona más gay de la Nueva España. En el Mercado follé con muchos hombres del Mercado, algunas chicas también refocilaron en mi tálamo. Con clientes también, templé con uno muy bello de ojos verde, un yucateco hermoso, yo le penetré en su lujoso condominio Pent House en esa gay Colonia Roma.

En esa Colonia Roma estaba también los Baños Torrenueva, allí iba uno a hallar hombres para refocilar también. Aunque allí conocí uno que me vació mi casa, grande desventura tuve esa vez con ese "madrina".

No con todos éstos follé gracias al vino, no, nada de eso. Mi vida concupiscente de sibarita hedonista no la hice siempre estando espita, no, nada de eso, pero es muy cierto que el alcohól, como lo dice el doctor Jellineck hace que salga el homosexual en los varones, esto es indefectible, y mirad que ya friso los veinte años de que entré a AA y, gracias al alcohol tuve muchos hombres los que borrachos me dieron sus rectos para saturarlos con mi polla.

En hablando de AA NO fue todo rosa como debió serlo, no, nada de ello. Había un judío, el dueño del Grupo que, por judío, el imbécil dijo que yo iba sólo a violar a las chicas, pasado el tiempo noté su elevado grado de analfabetismo. Aunque debo confesar que hubo otro judío, uno muy elegante, Sami, él defendíame contra viento y contra marea, también gocé de la amistad de algunos, aunque lo que más padecí fueron los robos, muchos me sacaron mucho dinero porque yo fui bobo.
AA está lleno de vividores, este aserto a mi fe.

Cuando en la SECOFI la licenciada elegante que tenía de Jefa, nos dejaba libres una hora antes de la salida, hora en que cruzaba la calle y me iba a la cantina que estaba enfrente a la Secretaría. Siempre allí hablía alguno ebrio que sin grande problema daba rienda suelta a su homosexualidad conmigo, eso me daba holgura. Recuerdo que una vez con rogelio el chófer de mi tío Antoñito, estando en el Normandie en Reforma y Niza, yo ya borracho comencé a meterle mano a un militar de apellido Reza, el tal militar me dio su teléfono, le llamé y sí era su teléfono, nunca más lo contacté al tal Reza. Pero de que era serio su interés en mí, era serio.

Cyprus y El Taller.

Había dos discotecas en la Colonia Juárez, ésas eran: Cyprus y El Taller, en el Cyprus yo era un alma en pena que me paseaba borrachísimo por toda la discoteca sin cesar, jamás hallé gran cosa. En El Taller tenía más suerte, de allí saqué varios hombres. Del que mejor me iba era EL VAQUERO, estaba junto al Le Barón sobre Avenida de los Insurgentes. En el Vaquero me fue bien siempre. En esos tiempos yo tomaba mucho alcohol, muchas veces no iba a la Escuela CETIS a trabajar por ir a buscar sexo y a alcoholizarme.

Amén que había muchísimos lugares dónde hallar hombres, pervivía un grande peligro por los vividores y los salteadores que roban, saquean y matan a los gays, en Méjico. En esos tiempos yo caminaba sin empacho atravesando la Ciudad sin grande miedo y, asimismo, buscaba yo hombres sin gran empacho por doquier, claro que medía el peligro que era nada deleznable.

Un sitio dónde estaba pletórico de gays prestos a follar eran los Sánborns de Slim, el hombre más rico del Planeta. Allí en los Sánborns estaban los hombres con las vergas bien hinchadas, bien erectas, bien paradas, era la lascivia pura esos Sánborns. Cuando vivía yo en Nicolás San Juan, en la Colonia del Valle, iba yo mucho al Sánborns del Metro División del Norte, allí había mucho gay y también mucho ladrón y asesino que buscaba saquear a los gays. En esa época iba yo con mi comadre Ernesto Gilberto Paz Peñaloza, ya murió este hermoso amigo, recuerdo que una vez mi comadre me invitó a una orgía maravillosísima en casa de un hombre extraordinariamente hermoso, esa vez la pasé maravillosamente bien dicho sea de paso.

En el Metro Hidalgo también había mucho gay, así como en la Calle de Japón. Yo no era adicto a ir a esos sitios pues me daban miedo pues las policías acosaban gratuitamente con la pseudomoral.

Recuerdo que con el alcohol rompía la inhibición mía, y la volutad de el otro, con ello pasábamos el otro y yo: a la otredad, suave paraíso de carnal placer.

En el tiempo de Jaime Agvilar tuve yo un departamento que adoré, sita en Lomas de Becerra, allí holgué con una chica muy simpática quien era hija de la casera, yogamos varias veces aunque sólo eran felaciones pues la madre de ella me decía que ya había quedado embarazada varias veces y que, era mejor que no yogara carnalmente sino que sólo hubiera tocamientos. Esta amante mía siempre mamaba la verga de todos mis amigos e invitados, era indefectible pues Xavier me penetraba y ella me mamaba la verga, esa lascivia era sana y nos hacía llevar la vida con alegría, placer y contento. Allí en esos tiempos yo era amigo de Cervantes y de Quevedo, el hombre Xavier quien me follaba, con éste el sexo era bueno pues amén que su polla era pequeña, le gustaba pasar su lengua por mi ano y eso es placentero. Con Xavier en esa casa organizaba bacanales, en ese tiempo yo trabajaba en la SECOFI, llevaba a compañeros, compañeras, recuerdo que una vez una retahíla de siete se follaron a Martita una compañerita de la Oficina quién era ninfómana. A Martita y a mí nos gustaba el sexo, una vez recuerdo que le presté a mi primo y mi primo tenía una verga portentosa, el asombro de Martita fue cuando mi primo me pidió que a la vez, mientras él penetraba a Martita, yo le penetrase, lo que da un placer excelso, ¡inefable gozo!, dicho sea de paso. Luego le tuve que explicar a Martita que así mi primo y yo nos entendíamos, yo le penetraba a él pues mi primo como hacía tablado tenía unas nalgas bellísimas, ¡ah qué gocé de buen sexo, Quia! ¡pardiez que sí!. Eran bellos tiempos ésos, los tiempos idos ya. Luego, cuando ese mismo departamento, llevé a vivir a otro primo, uno de Veracruz, bellísimo, cuerpo hermoso, éste bailaba folklórico, tenía nalgas bellísimas, una verga enorme y una cara fantásticamente hermosa pues, sus orígenes eran italianos y españoles, un criollo puro a tal punto que hasta el padre del señor conde dio su dictamen de que qué niño más bello, y sí, el tío estaba bien plantado, a más que era arrojado, no sé si por su buen talle. Este primo jamás cayó ante mi seducción, jamás nada pude hacer con él, una desgracia total, se casó y supe que , como todo matrimonio heterosexual, andaba en conflictos con su bella esposa, él hizo mucho dinero, no sé cómo pero en fin, ya Balzac lo había predicho.

Como veis, folgar es mi oxígeno, yo nací muy sexuado y eso es bueno, veo las tristes parejas heterosexuales que en los más de los casos sólo esporádicamente refocilan, eso a mi fe obedece a que no varían, es decir que, siempre follan las mismas personas con la misma rutina, a menos que sean unas bellezas esplendentes ambos que atrae a ambos recíprocamente, el sexo en la fidelidad muere, esto en general sin ser ley infalible. A más que la tristeza viene en esas parejas cuando él o ella quieren ir a probar sexo con otras personas y frustradas quedan por no poder hacerlo en libertad.

Como veis el sexo me llena de holgura, me insufla la vida, es lo único, junto con el arte, que me dice que estoy vivo. Veo muchos que muertos están por no gustar del sexo. Claro que también veo que raras veces es que el hombre goza de buenas erecciones rígidas, en general los hombres ni erecciones tienen. Justamente por esa falta de erección en sus vergas, es que muchos hombres de hacen penetrar por otros hombres quienes sí gozan de erección en su polla, ésos al menos resuelven con éxito su problema y siguen gozando de una vida sexual plena. Pues que el penetrar y el ser penetrado da idéntico placer eso nadie lo puede negar, claro es que la estulticia humana hace que muchos necios cancelan ese placer analr en sí, aunque confieso que, amén que iglesias, religiones y sectas imbuyen la ideología de que es malo según el dios castigador macho, así y todo, millones de hombres practican el sexo anal de manera pasiva, simplemente veamos en las regiones del norte de la India dónde sistemáticamente, después de una ecografía, ultrasonografía o ecosonografía, se hacen abortos de las niñas, es decir que la mujer se saca el feto, en aborto legrado selectivo cuando el feto es de una niña, de fémina, y, si la niña ya está parida las ahogan en la arena que es lo mismo que asfixiarla en agua; en la India en los últimos años se han matado treinta millones de niñas en feto, no hay que ser un taumaturgo para corurscar y otear que los hombres follan entre sí, esos hombres no tienen tanto lío de follar con hombres. Pareciera que más les gusta a esos indios follar entre sí que con féminas.

En los árabes acontece análoga situación debido a que los chicos no pueden nunca conocer una chica, su religión prohíbe mezclas de varones con hembritas siempre jamás, es evidente que entre ellos se refocilan, eso amén que en varios países de ellos se paga con la muerte ese sexo pero, nadie va a ir a declarara un tribunal judicial lo que face en las noches dentro de su casa.

Una probada de escanciada champaña fue fallida en casa de Quique cuando inauguraron su alberca techada, su segunda alberca de su casa con cuarenta mil metros cuadrados de pasto, sus padres sacaron la champaña, la madre de Quique decía con alegría a su marido ¡venid Marito, venid!.

Falté a la cita con ese champaña pero no a las que nos dábamos a hurtadillas para refocilar. Para esto nos íbamos con el señor conde de Lénnox-Kénnedy en su coche a casa de Quique para... follar... sin que sus católicos padres se enteraran, así cuando llegaban los padres de Quique, habíamos ya terminado el follón y la templada. No probé su buena champaña "De la Viuda" pero probé a Quique quien se decía descendiente de turcos y, en la realidad era descendiente de murcianos.

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