viernes, marzo 19, 2010

Miguel Ceja



Como a veces yo era un juguete para mis tíos, un día estando de visita en la Puebla de los Ángeles en casa de mi tío Erasto Osio, mi tío Antoñito me dio una cuba que es ron con cola. Yo tenía unos cinco o seis años, cuando tuve contacto con el alcohol fue para mí una droga soporífera sacada de las adormideras verdes, fue un opiáceo para mí esa cuba pues me otorgó un inefable placer inconmensurable.

Pasaron años y yo no presentaba problema con mi manera de beber alcoholes, incluso sé que cuando iba a la casa de fin de semana de ese tío Antoñito, siendo yo ya joven, esto es a los diecinueva y veintiún años, solo iba a un bar que caía a una calle hermosa adoquinada, me sentaba en el vano y bebía mi única cerveza de todo el fin de semana, por ello estoy consciente de que yo no tenía, en un principio, líos con el alcohol.

Como explica la literatura de AA, no sé cuándo rebasé esa invisible línea imaginada y, de súbito yo consumía yo demasido alcohol, mucho, no paraba cuando comenzaba, por ello no tuve más remedio que apersonarme en Alcohólicos Anónimos, me costó trabajo hacerlo y, peor de saber que el dueño quien se ostentaba como el fundador dese grupo denominado "Al fin..." (Colonia del Vallle) era un judío fundamentalista, y acaudalado.

Eso de judío se vincula con el hecho indefectible de que yo soy gay, tuve que decirlo en la Tribuna lo que me confirió la sobriedad dello hace veintiún años ha dello. Eso de revelar mi estado de gay (artificialmente) dio pábulo a que el judío me echara a empujones y casi a golpes de su grupo "Al fin...", el bobalicón gazmoño argüía que yo iba allí para violar a las chicas. Yo imgino que los violadores de chicas son hombres heterosexuales y no homosexuales hombres pero cuando la gente es idiota pues no hay sino que soportar su idiocia y su eximio cretinismo soliviantado.

Finalmente más se supieron historias de que él perseguía a las chiquitas que mías, cierto que me acosté con un loco orate de remate, ciertísimo, pero él y yo quedamos contentos y no fue violación como propalaba el judío AA, no, el orate era un adulto de unos treinta y cinco años de edad y quedó muy contento.

Con no pocos trabajos logré pasar a menera de galeón real sobre barquichuelas por ese grupo AA sin gran problema. Lamentablemente yo inexperto, bruto e ingenuo sobraron los vividores que me sorprendieron robándome hacienda, el que más daño me hizo por mi culpa fue miguel ceja, ese granuja me estafó una buena cantidad de dinero, mucho dinero me robó, otro, me robó una cantidad fuerte pero mucho menor que lo que me robó miguel ceja.

No puedo decir que tengo un buen recuerdo de ese grupo, hasta el que era mi dentista era un fraude, al grado que una vez me sacón un diente sano para ganr dinero, eso es no tener ética, al paso del tiempo supe que robó a una amiga, le robó sus joyas el granuja ése. Allí conocí a Teresa Solís, una amiga espléndida pero que se largó fuera del país sin decir adiós, eso sólo lo entiendo porque yo era gay, la quería tanto que le regalé mis tucanes, es triste que se haya ido sin decirme adiós.

En ese grupo "Al fin..." debí aprender qué era el humano, lo ruin, follón y felón que es el humano, lamentablemente nací feble de la mollera.

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