jueves, febrero 18, 2010

LA DOBLE MORAL DE LOS HOMBRES


"La hipocresía es el viento en que se sustenta camaleón del poder"
Artemio de Valle-Arizpe


LA DOBLE MORAL DE LOS HOMBRES


En general yo refocilé con hombres heterosexuales quienes casados y con hijos e hijas, sostenían y sostienen una doble moral.

La doble moral es que en la sociedad son heterosexuales con sus esposas e hijas, en las escuelas y colegios de sus hijas son ejemplares cristianos de ir a misa los domingos y ser muy limosneros con los feos indios hambrientos de siglos de miseria, polvo, lodo, agua sucia, parásitosis crónica y endémicas enfermedades.

La otra cara es la verdadera que ocultan a todo dios, es la que ostentan cuando van al sanitario de Sánborns a mamar polla y a ser analmente penetrados por otros hombres en los bares de zonas rojas de barrios paupérrimos de la Colonia Morelos, barrio de zahúrdas de la Ciudad de Méjico, como es el caso de "las Adelitas" bar dónde va el cuerpo castrense entero a sacar alegremente su homosexualidad de manera muy "gay" con otros hombres mediante unos pesos y centavos.

En Méjico, como en América, en general se tiene la abyecta idea de que hon hombre debe ser feo, fuerte y formal, así me lo decía mi tía María de Lourdes, hoy ya finada. En general se cree que el hombre debe ser uno de verdad, esto es que debe ser fuerte de carácter lo que incide en que no debe ni puede manifestar sentimientos como el llorar o la emoción estética. Imagino de por ello son tan borrachos los hombres mejicanos. El "verdadero y genuino" hombre en América debe ser mujeriego, esto es que debe ayuntar carnalmente con innúmeras mujeres, imagino yo que para alejar su homosexualidad inherente e inmanente con la que nació. El verdadero y auténtico hombre, según el machismo, debe ser ganador o perdedor pero debe liarse a golpes y mojicones sin temblar, sin miedo, debe ser denodado hasta que lo maten si es preciso pero no arredrarse ni retrotraerse ante la reyerta. Un verdadero hombre debe ser mal encarado y heterosexual. Mal encarado es la coadyuvancia de la carencia, o contención de los sentimientos. Los sentimientos son asociados y vincualdos a la mujer, a la mujer se le considera inferior.

El que debe ser heterosexual es que no debe por nada del mundo ser gay, ni homosexual, pues que esas pulsiones lo hacen aparecerse como mujer y, la mujer, por tradición cultural devenida de las religiones monoteístas, es inferior a un hombre, es débil, feble, torpe, boba, estólida, baja, abyecta, tonta, zonza, fea (sic.), etc. lleva en sí todo defecto habido y por haber.

Cierto que hay que ver, hecho y realidad que la gente no ve la más de las veces, que un hombre homoselual lo es activo, pasivo y ambos. En México al activo-pasivo le denominan "internacional", no me pregunten porqué se denomina así a un homosexual "de ida y vuelta".

Muchas veces los heterosexuales no consideran homosexual al hombre macho viril activo, es decir el quien penetra a otro hombre. Por esta concepción es que muchos heterosexuales sustentan relaciones con hombres y, amén de ello, no se consideran homosexuales pues, para ellos un homosexual es sólo un hombre pasivo, es decir el quién es penetrado, es decir el que hace las veces de mujer. Hórrido yerro de concepción, aberrantes ideas absurdas y torpes. Dislates humanos.

Recuerdo a miles como a Luis Sebastián, a Alejandro, a Esteban Alejandro, a José Manuel, a Rodrigo, a Antonio, et. sequence, hombres quienes son y están casados con hembras y, amén dello, sustentan, de manera activa o pasiva o ambas, relaciones de coito con hombres al refocilar carnalmente con éstos, infiérase con personas de su mismo sexo. La característica es que estos hombres quienes follan con hombres sustentan doble moral, una moral social que dejan ver abiertamente para bienestar de el otro, en el que se reflejan con avidez y ahincanza. Esta moral es la que establece la sociedad y la religión. La otra moral, es la de el placer de follar con hombres, esa otra moral es la de el placer carnal de refocilar con otro hombre siempre copulando con seres de su mismo sexo de manera furtiva, lejos de la sociedad, en sitios sórdidos y, en veces, peligrosos, sitios dónde esos hombres muchas veces son chantajeados por policías malandrinos, por pseudopolicías que son bandidos solamente. Sitios dónde muchas veces por sórdidos transmiten infecciones de toda suerte. Esa furtiva y subrepticia sexualidad se hace en coches, en buses, en elevadores, en saunas, en parques, en bosques, en sanitarios públicos, etcétera, en sitios prohibidos para la sexualidad, sitios dónde son susceptibles de ser extorsionados por ladrones y en muchas ocasiones sitios dónde serán asesinados por hombres homófobos imbuidos de visionarias leyendas y consejas iluminadas que les ordenan cambiar la realidad, para gusto de un sacratísimo Dios quien pervive junto al Altísimo y es providencial y Trino.

Estos hombres quienes huelgan con hombres son quiénes sustentan doble moral, la de un hetero y la de un homo ("homo" es el apócope de "homosexual").

Paradójicamente el hombre heterosexual amén que ama y gusta de la mujer y de las niñas pues, hay que resaltar que los heteros son proclives en sus pasiones por las niñas menores de edad, paradójicamente ese hombre heterosexual muchas veces tortura y golpea a su pareja hembra..

La Organización de Naciones Unidas (ONU) reporta siempre como parte de violación a derechos humanos, a escala global que, una de cada cinco mujeres –en el Mundo- es víctima de violación o de intento de violación. Una mujer o niña de cada tres ha sido golpeada, forzada a tener relaciones sexuales o ha padecido abuso por familiares o conocidos que, en general, no son castigados.

Las jóvenes y las adolescentes, particularmente, son vulnerables a la violencia por motivos de género. En todo el planeta casi CINCUENTA por cien de todos los ataques sexuales son perpetrados contra niñas de 15 años o menos. La agresión mata o discapacita a más mujeres que el cáncer. Por ejemplo, en los países más afectados por la pandemia del VIH/sida la violencia sexual es una de las principales causas de infección entre las mujeres, manifesta Arie Hoekman.

No hay que soslayar los matrimonios arreglados por los padres. Matrimonios éstos en que la chica no conoce al que será su marido, muchas veces estos matrimonios se arreglan a varios miles de km de distancia siendo que, por ejemplo, la niña vive en el Canadá, y el futuro marido vive en Paquistán o en India.

En México, Guatemala, etc. muchas niñas son dadas como trabajadoras domésticas dónde muchas veces son violadas por el patrón, a más que son humilladas sistemáticamente por ser de raza indígena de la tierra. En América, Europa, Asia, muchas niñas son empleadas en películas de pedófilos. Muchas niñas son vendidas para pedófilos en redes de tráfico de "blancas", estas niñas acaban en burdeles de Méjico y de Canadá, muchas de esas niñas vienen de Argentina, de Rusia, de Rumania.

Luego, infiero que los heteros con mucho sufrimiento, y de manera desequilibrada, muchas veces, aman y desean a las mujeres y niñas. Lamentablemente, muchas veces para torturarlas psicológica y físicamente. Estas violaciones van desde acoso moral como lo es, sistemáticamente calificarla de "idiota o de torpe", tortura psicológica como inferirle terror, miedos, fobias y, la tortura física que es el golpearle y volarle sistemáticamente. Pervive el coito cuando el macho tiene VIH/sida y la contagia a sabiendas que la infectará. La violación es cuando ella no gusta de ciertas prácticas sexuales a las que es obligada por el esposo, ya por fuerza ya por chantaje psicológico o moral.

Sorprendente que toda esta parafernalia de horrores son imbuidos por las religiones monoteístas quiénes afirman que las personas se unen en el "sagrado vínculo del matrimonio para siempre jamás hasta que la muerte los separe". Ideología que hay que cambiar por otra que diga justamente lo contrario.

Las parejas deben tener relaciones sexuales antes de casarse pues casrse es asunto económico como herencia, legado y bienes raíces.

La sexualidad no es fija, no, nada de eso. La sexualidad cambia y es como un fluido que recorre tramos, trancos y se modifica y evoluciona, la sexualidad se transforma y sufre cambios, evoluciona. En este correr la sexualidad realiza demandas y recuestas que pueden ser antípodas de las que hubiere solicitado en el pasado, a esto obedece que, de repente, de manera súbita, hombres casados "descubren" que son travestis o transexuales o bien gays u homosexuales. No siempre, como yo lo vivía en miles de casos, de casas y de tálamos, son hombres falsarios quienes ocultaron su homosexualidad a su esposa, no, ahora hablo de otro punto disímbolo de aquél. Habida cuenta que la sexualidad cambia, se mueve, evoluciona, se modifica, sufre procesos, un hombre de repente puede apetecer otro hombre, como de súbito puede apetecer ser penetrado por otro hombre o de repente le apetece usar ropas de el otro sexo, etc. Esto obedece a que la sexualidad no es fija como la quieren los pedófilos curas y pastores de religiones y sectas monoteístas.

Las gentes cuando se unen deben tener claro este fenómeno que le acontece a todo dios y sin causa pues que no somos autómatas ni máquinas de escribir como para permanecer inalterales, un ser goza de procesos, así como envejecemos y así como aprendemos otros idiomas o lenguas, así el cuerpo aprende otros placeres y apetece otras experiencias carnales, otras sendas qué explorar y las cuáles explotar.

Esto debe ser considerado cuando nos unimos con la pareja. Esto deberá implicar la libertad, la que evita crímenes por celos, tortura física, moral y psicológica.

Que muchas parejas deben considerar que el hombre en veces tiene pene chico, o demasiado grueso o demasiado largo, en veces el hombre no goza de una erección correcta, en veces el hombre tiene eyaculación precoz. Estas concomitantes deben ver las parejas al momento en meterse a vivir con una pareja. A más que difícilmente podemos siempre follar con la misma persona, normalísimo es que apetezcamos refocilar y ayuntar carnalmente con otra persona, nada más normal para la mayoría de las personas. Ha menester ver que no siempre estamos atraídos por la misma persona al mismo nivel. Normal es que apetecemos de vez en vez hacer sexo con otra persona, tan simple como entender que no siempre apetecemos chocolates sino que, a veces queremos manducar filetes o pescados.

La sociedad ve que él es bello, la sociedad ve que él es ingeniero o arquitecto o abogado o médico y que gana buen dinero cada mes. La sociedad no ve los ridículos y los horrores que pasa la pobre tipa con ese bello hombre muchas veces en el momento de yogar. No sabemos ese día qué pasa por la mente de él, quizá que ese día él tiene una pésia erección debido a que ese día él apetece a una mujer de otra raza, o de otro color de pelo, o bien que ese día él anhela con ahínco penetrar no a su mujer sino a un hombre con velludas nalgas.

La doble moral no es exactamente que ambas sean antagónicas como sí acontece con los bíblicos que halban de propalar el amor, y al mismo tiempo llevan ese amor con bombas y muerte por doquier. No, la doble moral de la que hablo es la que ya se arregla lentamente hoy en día pues cada vez son menos los gays y homosexuales que toleran llevar una vida subrepticia llamada "de closet" o "de guardarropa". En el caso de mis hombres ninguna de sus dos morales es mala, ni buena en sí, vamos, nada tiene que ver con la moral, son los pedófilos curas y pastores de sectas gringas quiénes vinculan la sexualidad a la moral, esto según porque su dios habló dello en la Biblia. Pero la Biblia fue escrita por un hato de ignaros analfabetas vagos de quiénes nada sabemos excepto que son anónimos y figuras más míticas como Apolo o Afrodita y como Huichilobos o Tlahuizcalpantecuhtli, que seres reales.

Categóricamente asiento con el gran Stéphane Gendron en el sentido que el sexo y el amor son dos entidades disímbolas que no forzosamente deben practicarse o coincidir con la misma pareja, a más que habemos seres que no somos capaces de ayuntar carnalmente siempre con la misma persona pues que yo soy culillo de mal asiento.
La monogamia y la fidelidad y la exclusividad son conceptos inventados por curas analfabetas viciosos premedievales que, para controlar la ignara masa de zafios, castigaron, y castigan hoy a la par que los talibanes, el sexo. Es el fementido modo de controlar en el nombre del Dios.

La naturaleza nos dio órganos externos mucho muy ostensivos, justamente para hacer alharaca de ellos para el placer y contento de quien los ostenta, y de quién los contempla con delectación pues que son los órganos más hermosos del cuerpo, y de manera delirante y demente, idiotas los ocultamos como algo vergonzante. ¡Qué vergüenza ser tan estólidos nosotros los humanos tan inhumanos, o tan demasiado humanos!.

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